Publicidad

Atrasos y pliegos

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Columnistas elespectador.com
05 de febrero de 2010 - 03:34 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

En relación con la publicitada noticia sobre el retraso y la probable terminación o caducidad (prescripción o pérdida de validez) del contrato celebrado con el consorcio Transvial para la construcción del 70% de las obras de Transmilenio por la calle 26, me parece absurdo que todavía exista una empresa que se supone solvente y con suficiente capacidad técnica y operativa, que se atrase y no cumpla el cronograma establecido en los pliegos de condiciones.

En la teoría moderna de Administración de Obras de la Construcción se analizan los procedimientos para el cálculo con base en una matriz. Éste constituye el antecedente para la fase de revisión y control del proyecto, así como los procedimientos para registrar el avance del mismo. Igualmente, existen las técnicas para hacer ajustes de tiempo-costo para el programa de inicio temprano y los medios para controlar la obra cuando el tiempo y el costo son los factores de gran importancia que se deben considerar. Asimismo, se establecen límites para los recursos mediante el proceso de nivelación del programa de inicio temprano.

Por lo tanto, no hay justificación para que el IDU sea incapaz de administrar un proyecto de construcción que en países más avanzados es un procedimiento de rutina.

 Manuel Motta.  Ingeniero civil.

Se pasaron

José Fernando Isaza, Claudia López y Natalia Springer realmente se “pasaron” de irrespetuosos con el presidente Uribe. Actitudes como esas lo único que muestran es debilidad y falta de argumentos. Se debaten las ideas, no se ataca a las personas. Lo cierto es que el referendo reeleccionista ha desatado toda clase de pasiones que impedirán que el Presidente pase a la historia como el mejor.

 Rafael Jordán Rueda. Bogotá.

Magola y el Papa

Me encanta que el favorito de Nani sea el Santo Padre, que sin lugar a dudas no sólo reparte paz y amor por todo el planeta, sino que también, como sus antecesores, lidera la acogida liberadora del amor y de la paz que sólo da Dios a los que logran descubrir su inmenso amor por todos los hombres, manifestado a través de Jesucristo. En Haití, no sólo ahora por la tragedia sino desde antes, la Iglesia, en comunión con el Papa, trabaja no sólo con ayudas asistencialistas, sino con proyectos humanos de formación y liberación, de manera modesta. Viva el Papa.

 Jorge Mario Niño T. Bogotá.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.