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¿Cómo votarían los “pelaos”?

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Columnistas elespectador.com
26 de septiembre de 2009 - 03:52 a. m.
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Aún hay dudas sobre si los mayores de catorce años podrán votar en las próximas consultas partidistas.

La posibilidad, y el hecho de que los tarjetones ya estén impresos teniéndola en cuenta, representa una oportunidad para conocer lo que los “pelaos” quieren para el futuro del país.

Un posible escenario es encontrar una juventud derechizada, guerrerista y desesperanzada frente a una posible salida negociada del conflicto armado. Jóvenes que sueñan con un país en paz pero que aprendieron que los problemas se resuelven a golpes de mano dura. Otro escenario es una juventud abstemia, deprimida por los dramas personales y las tragedias nacionales. Desinteresada por quién gobierne, pues al fin de cuentas siempre quedan los mismos porque a los que son diferentes los excluyen y los matan. Podríamos encontrar también una muestra fresca de la herencia clientelista y politiquera que nos han dejado los padres, tíos y abuelos de la patria. Clubes de fans de neopolitiqueros, nutridos criaderos de lagartijitas que persiguen puestos palanqueados a cambio de cargarle los ladrillos al doctor para que los tenga en cuenta.

Otro escenario es uno en el que los jóvenes se toman las urnas y aprovechan el papayazo para decirles a nuestros políticos que son una vergüenza para la familia. Decirles que no queremos heredar un país ensangrentado y malicioso. Decirles con su propio lenguaje, el lenguaje de las urnas, que preferimos no seguir eligiendo una generación que ha manejado el país a punta de trampas y de corrupción, a punta de las drogas que dicen combatir y de la guerra que dicen que algún día van a ganar.

La duda de muchos de si es pertinente o no que los chinos voten, radica en que piensan que nuestros niños y niñas son inteligentes sólo en potencia; que son estúpidos en proceso de adquisición de inteligencia. Otros los creen incapaces de tener un juicio apropiado sobre lo que es mejor para todos. Otros dirán que son fácilmente influenciables por sus padres, sus maestros o lo que ven en la televisión.

Sin embargo, la participación de los pelaos en la consulta interna de los partidos puede darles una sorpresa a los actuales candidatos. Sería interesante que los mayores de 14 años incluso pudieran participar en el referendo reeleccionista de los uribistas. Existe la esperanza de que ellos, que también han manifestado su voz a favor de la paz, no quieran seguir viviendo en un país de maltratadores, de desplazados, de pobreza absoluta, de presidentes altaneros y papás gritones, de guerra y de gobernantes corruptos. Nosotros, parece que nos acostumbramos al maltrato y a la violencia. ¡Que voten los pelaos!

 Diego Duque Bonilla. Bogotá.

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