Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En relación con el artículo publicado el domingo 7 de noviembre en la página 18, titulado "Computadores para Educar, un programa cojo", deseo hacer algunos comentarios que, con toda certeza, brindarán mayores elementos de juicio para la valoración objetiva de este Programa.
1. El estudio al que hace referencia el artículo (Use and Misuse) recogió la línea base en septiembre de 2006 y el seguimiento en junio de 2008 para medir el logro escolar en estudiantes con 20 meses de uso pedagógico de los computadores. El estudio cubrió 100 escuelas y 5.000 estudiantes.
2. Al respecto, existe un estudio más reciente del CEDE de la Universidad de los Andes, realizado sobre cerca de 850 mil estudiantes que tomaron el examen del Icfes entre 2005 y 2008 en todas las sedes públicas —cerca de 6.600—, identificando qué estudiante pertenecía a una escuela beneficiada con CPE y cuántos años —entre cero y ocho— tenía de beneficio.
El estudio del CEDE encontró los siguientes impactos en comparación con estudiantes no beneficiados por el programa:
— Reducción del 4% en la deserción escolar cuando los estudiantes llevan tres años o más expuestos al programa.
— Aumento del puntaje del Icfes. Ese aumento es muy bajo en los primeros años (como lo encontró Barrera), pero es positivo, estadísticamente significativo y relativamente alto para estudiantes que llevan cuatro años o más en escuelas con CPE. Para estudiantes que llevan ocho años con CPE el aumento equivale al 18% del puntaje estandarizado.
— Incremento en la probabilidad de acceso a la educación superior cercana al 5%.
Los breves resultados expuestos los arrojan investigaciones sobre CPE desde una perspectiva más amplia. Así, propongo realizar una nueva nota donde se analice exhaustivamente el impacto de Computadores para Educar partiendo del estudio del CEDE, que está a su disposición.
Fabio Sánchez. Director de la Investigación, CEDE, Universidad de los Andes. Bogotá
