Quiero responder a la reciente columna de Jaime Arocha, “Biodiésel a cuestas de espaldas negras”, y contarles cómo han contribuido la agroindustria y el sector palmero, en particular Aceites Manuelita, al desarrollo de la región en la que se encuentra.
Cuando decidimos invertir en cercanías de Acacías y San Carlos de Guaroa, en el Meta las oportunidades laborales eran escasas, los servicios públicos prácticamente inexistentes y las comunidades no tenían un futuro digno. Actualmente Aceites Manuelita genera 810 empleos directos y aproximadamente 4.000 empleos indirectos. Nuestra inversión inicial ha crecido y en 22 años el número de empleos ha pasado de 50 a 810 colaboradores.
En 2007 iniciamos la construcción de la Planta de Biodiésel y la ampliación de la Planta Extractora de Aceite de Palma, que generaron más de 1.000 empleos directos. Iniciamos producción en julio de 2009 y hoy producimos más de cien mil toneladas de biodiésel al año.
Dinamarca y Surimena hacen parte de dos de las comunidades de influencia de Aceites Manuelita. Allí viven cientos de hombres que, junto con sus familias, migraron desde la Costa Atlántica, los Llanos, el Valle y el Cauca principalmente y fueron dándole vida a estas inspecciones. Aceites Manuelita respeta y contribuye a las comunidades donde opera; el aprecio de las comunidades también lo han señalado diversos estudios de opinión y lo atestiguaría cualquiera que nos visite.
En Dinamarca, una de las inspecciones mencionadas en la columna, las personas que prestan sus servicios a Manuelita han construido más de 150 viviendas gracias al apoyo de la empresa. Además, Manuelita apoyó la construcción de los servicios de acueducto, alcantarillado y acompañó a la comunidad para gestionar ante el gobierno departamental la electricidad. Con el programa de promoción educativa se han graduado siete promociones de bachilleres.
Cabe destacar que Manuelita extiende sus servicios de salud a sus comunidades de influencia. Además, apoyamos grupos emprendedores como el de mujeres El Triunfo, a quienes hemos capacitado en costura con el apoyo del Sena y, luego de una donación de equipos, se han convertido en proveedoras de uniformes para los colaboradores de nuestra empresa.
Aceites Manuelita asume con gran compromiso su Código de Conducta. Nuestros trabajadores viven en lugares adecuados, trabajan jornadas establecidas por ley y son tratados con respeto. Nuestros trabajadores del campo ganan en promedio 1,8 veces del SMLV, incluyendo todas las prestaciones sociales exigidas por la ley.
Rodrigo Belalcázar. Gerente general Aceites Manuelita.
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