Del Consejo Superior de la Judicatura

En relación con el editorial titulado “El papel del Consejo Superior de la Judicatura” (El Espectador, 01/21/10), me permito precisar que el principio rector de la reforma a la justicia establecida por la Constitución de 1991 de garantizar la autonomía e independencia de la Rama Judicial, sigue siendo vigente.

Nuestras altas cortes, incluido el Consejo Superior de la Judicatura, nuestros magistrados y jueces, son fortín de independencia y garantía de los derechos ciudadanos, de tal forma que antes que proponer el debilitamiento del equilibrio de poderes, lo que debemos es, en nuestro entender, fortalecer y profundizar la autonomía e independencia judicial.

Es necesario anotar, respecto a su comentario sobre una “justicia morosa o invadida por la corrupción”, que el último informe relacionado con el Índice de Transparencia Nacional (07/29/09), el sector justicia obtuvo un índice del 76,1% y que, en palabras de Transparencia por Colombia, “tanto el Consejo de Estado, la Fiscalía, el Consejo Superior de la Judicatura y la Corte Suprema de Justicia se encuentran en un nivel de riesgo moderado” y muy por encima de la Rama Legislativa (39,2%) y de la Rama Ejecutiva (74,4%).

De la misma manera y según el resultado de la encuesta a 1.440 líderes de opinión, se observa que a la pregunta “¿qué tanta confianza le generan las siguientes instituciones nacionales?”, el Consejo Superior de la Judicatura se encuentra en el 56% de favorabilidad.

La percepción en la opinión pública y la aplicación de índices técnicos nos califican como una entidad en proceso de mejoramiento continuo, producto, en el caso de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, de venir implementando de manera integral el sistema de gestión de calidad para las actividades de administración de la Rama Judicial que le son propias y que se encuentran certificadas por las normas técnicas internacional ISO 9001:2000 y nacional NTGP 1000:2004.

Es así como se entiende que la autonomía y la independencia deben ir de la mano de la transparencia y la eficacia judicial, de tal forma que la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura desde su creación puede mostrar resultados como lo ha venido haciendo año a año con la rendición de cuentas a la sociedad colombiana por medio de los canales institucionales de televisión.

Como resultado de sus acciones, desplegadas sin aumentar la planta global de servidores, el país ha recibido como beneficio un incremento en la respuesta de la Rama Judicial a sus usuarios en un 100%.

Así las cosas, quiero expresarle en nombre de la Sala Administrativa nuestro interés en estar prestos al debate y contar con su colaboración para hacer conocer la realidad de la gestión desarrollada por nuestra sala, pues evaluar la conveniencia y alcance de una reforma estructural del Consejo Superior de la Judicatura no puede dejar de lado la valiosa información, conocimiento y funciones que tenemos como órgano de gobierno judicial, pues cualquier cambio institucional debe atender la pluralidad de argumentos y evitar la homogeneidad que revivirían épocas ya superadas de una justicia dependiente, cooptada y centralizada, pues de lo que se trata, en nuestro entender, es de contar con una justicia que garantice la igualdad de derechos pero con respeto de la libertad de los ciudadanos y de la independencia y autonomía de nuestros jueces.

 Jorge Antonio Castillo Rugeles. Presidente  Sala Administrativa, Consejo Superior de la Judicatura.

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