Dignidad y competencia

La abogada Virginia Uribe renunció a la terna de candidatos para elegir Fiscal, porque “la semana pasada la Corte, sin mucho análisis, ya me había descalificado.

Entonces, no valía la pena permanecer en una terna en la que no había ninguna posibilidad. Además, el cuestionamiento que se hizo sobre las cualidades afecta la dignidad. El presidente de la Corte le dijo al presidente Uribe que a mí me había ido muy mal en la entrevista. Entonces, con esa descalificación, ¿para qué seguir en la terna?”. Lo valioso de esta noticia es que la abogada Uribe confiesa que tardó seis meses en entender que estaba descalificada.

Un alto funcionario de la Sala Penal de la Corte Suprema confiesa que tiene las calidades mínimas para ser magistrado de la Sala Civil, pero que como no sabe derecho civil no es viable que lo elijan para tal cargo. ¿Si el penalista no sabe derecho civil, cómo podrá juzgar un delito contra la propiedad, contra el régimen financiero, contra el régimen societario comercial o conyugal?

El Fiscal debe ser un jurista, que le quepa el país en la cabeza y un gran gerente que no sólo tenga el conocimiento teórico de una parte del derecho penal.

 Carlos Fradique-Méndez.

La billetera vs. la cantera en el fútbol

Acerca de la columna de Antonio Casale de ayer (El Espectador, “Billetera vs. cantera”) sobre el triunfo del Barcelona sobre el Real Madrid, quiero comentar que si no hubiera cantera no podría emplearse la billetera. Además, las canteras tienen unos valores: compromiso, amor por el equipo y deseo de triunfo que pocas chequeras pueden infundirles a los jugadores. En Antioquia era tradicional que los buenos jugadores del DIM pasaran a Nacional; recuerdo en la Copa Libertadores, cuando Nacional fue campeón, tenía para mencionarles a Leonel Álvarez y a Luis Carlos Perea, además de otros, que fueron los más destacados en este campeonato. Después el DIM no volvió a venderle jugadores a Nacional y eso hace que el equipo no haya podido conformar un equipo que iguale estas conquistas. También han influido sus contrataciones desafortunadas, pero esa situación nos dice que una cosa es tener buenos jugadores de la tierra y muy otra tener una chequera para entusiasmar, pero poco para triunfar

 Alonso de Jesús Tamayo. Medellín.

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