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El acróbata

Columnistas elespectador.com

12 de julio de 2010 - 10:49 p. m.

Después de muchas columnas castigando sin descanso a los izquierdistas anacrónicos que todavía quedaban en Colombia, mientras lanzaba ocasionales jabs a las ideas del régimen, Alejandro Gaviria decidió cambiar de papel (El Espectador, julio 11 de 2010).

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Ahora aconseja a José Obdulio Gaviria y Andrés Felipe Arias. No gasten pólvora en gallinazos, les dice, que sus enemigos están muertos, y si no lo están los matará el olvido. Muertos como Manuel Cepeda, a quien el columnista cita en extenso para sugerir que no lo mataron sus asesinos, sino la combinación de todas las formas de lucha. Lo mataron sus ideas trasnochadas, no las balas de sus ejecutores. Como les ocurrió a los 3.000 asesinados de la Unión Patriótica, muertos también por sus ideas, no por los asesinos.

Con acrobacia magistral, el columnista no menciona a Iván Cepeda, el verdadero objetivo de los ataques de Arias y del otro Gaviria. Prefiere referirse al Cepeda muerto, y no al vivo, para no enredarse con vivos incómodos que podrían terminar muertos en cualquier momento. Pero finaliza enredado en una inferencia tan terrible como esta guerra que no termina: es mejor lidiar con los muertos que con las ideas equivocadas de los vivos. ¿Mataron a Álvaro Gómez sus ideas o las balas de los asesinos? ¿Y a Galán? ¿Y a Bernardo Jaramillo? No, por supuesto. Y el columnista lo sabe muy bien. Pero mientras los colombianos no enfrentemos el horror de lo que ha ocurrido en las últimas décadas, ni siquiera la acrobacia intelectual nos salvará de repetir las mismas muertes, una y otra vez, y nadie estará ganando la guerra: la seguiremos perdiendo todos.

 Boris Salazar. Cali.

El futuro del agro

Quienes desprevenidamente lean el editorial de El Espectador del pasado sábado 10 de julio, titulado “Hacia un Ministerio de Desarrollo Rural”, quedarán por lo menos con la sensación de que lo que está montando Juan Manuel Santos es refrescante para el país. Porque anuncia lo que será “una verdadera revolución agraria”, al comentar el nombramiento en la cartera de Agricultura de Juan Camilo Restrepo, que sacará al sector agropecuario de su estancamiento. Pero si somos un poco coherentes y nos acordamos de que éste fue ministro de Hacienda (1998-2000) de Andrés Pastrana, y que salió con un altísimo desprestigio al contribuir con sus medidas aperturistas al deterioro de la economía, especialmente la del campo, y que desde esa época (“una década”, dice el editorialista) la situación agraria está postrada, debemos sacar conclusiones diferentes.

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 Jorge Enrique Esguerra L. Bogotá.

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