Nos referimos a la columna, publicada el 7 de octubre de 2009 por Cecilia Orozco, admirada y valiente periodista.
Se refiere ella a Gustavo Petro, candidato presidencial del PDA, triunfador en la consulta abierta realizada el pasado 27 de septiembre. Dice la periodista que se rumora que la derecha “ha patrocinado” a Petro y lo califica de “camaleónico” porque, según afirma, ha pasado de ser un parlamentario inteligente, juicioso para investigar, valiente y elocuente en la denuncia del paramilitarismo, a dar una “voltereta” que lo ha llevado a apoyar la política de seguridad democrática de Uribe para recomendarla como una política de Estado, a proponer un “sancocho de candidaturas con la derecha y el centro” discriminando a otros sectores de la izquierda en el Polo.
Quienes suscribimos esta carta, participamos de la lista 19 que se presentó al último Congreso del PDA, encabezada por el senador Petro, y apoyamos su candidatura presidencial en la reciente consulta, sobre la base de planteamientos que presentamos al Congreso de la siguiente manera: “El reto fundamental de los demócratas hoy en Colombia es derrotar al proyecto uribista, con o sin Uribe, en el 2010. Para ello, se hace necesario construir una amplia convergencia o coalición de fuerzas políticas y sociales sobre la base de un programa democrático y progresista capaz de convocar las mayorías necesarias para ganar. El Polo debe liderar la elaboración de dicho programa, en desarrollo de lo planteado en el Ideario de Unidad, con otras fuerzas políticas y sociales, con el propósito de convocar a amplios sectores de colombianos y colombianas en torno a la conformación de un gobierno para derrotar el proyecto uribista narcoparamilitar y sacar a Colombia de la guerra, sobre la base de al menos cuatro ejes fundamentales: 1) separar al Estado y la política del crimen, 2) separar las tierras productivas de las mafias, 3) separar la política social (educación, salud, trabajo digno, entre otros) de la lógica del mercado, para hacer realidad un verdadero Estado Social de Derecho, 4) separar la impunidad de la justicia, garantizando la independencia y autonomía del poder judicial y el derecho de las víctimas a la justicia, la verdad, la reparación y la no repetición”.
Esta ha sido la política que hemos construido con Gustavo Petro, que él ha defendido y que recibió el respaldo mayoritario de las ciudadanas y ciudadanos. No vemos en ella ni lambonería con los enemigos, ni claudicaciones con los planteamientos de la izquierda democrática. Bienvenida la controversia y el debate, pero mantengamos el respeto por las personas, tanto de Petro como candidato, como de quienes lo hemos apoyado por sus propuestas políticas y no por otras consideraciones clientelistas o mezquinas.
Gloria Flórez Schneider, Angélica Marín, Diana Sánchez Lara. Bogotá.
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