En las últimas tres semanas hemos escuchado una avalancha de declaraciones sobre la posible Primera Línea de Metro (PLM) para Bogotá, en las que se han mencionado cifras, trazados y fechas.
Por ejemplo, se ha asegurado por parte de la Alcaldía que “definitivamente” la PLM irá desde el Portal de las Américas hasta la calle 100, que eso ya está “definido”, que costará US$1.920 millones, que será autosostenible (es decir, que el Distrito no necesitará subsidiar la tarifa), que el Gobierno Nacional ya tiene $250.000 millones anuales de vigencias futuras exclusivamente para esa megaobra, que los túneles irán a 20 o 30 metros de profundidad... Esto, entre muchos otros anuncios.
Nos pusimos en la tarea de averiguar con base en fuentes oficiales qué es un hecho de todo lo que se ha afirmado. Hoy estamos en capacidad de explicar en detalle las incertidumbres que siguen rodeando este megaproyecto:
1. Aún no es un hecho que el trazado de la PLM vaya del Portal de las Américas a la calle 100. Por esta razón, consideramos apresurado anunciar la congelación de los precios de las propiedades ubicadas cerca de dicha ruta, si no existe una aprobación final de ese trazado por parte del Gobierno Nacional.
2. Tampoco es válido asegurar que la PLM no necesitará subsidios a la tarifa para garantizar la operación y, además, un precio razonable del tiquete. La razón es sencilla: el Departamento Nacional de Planeación nos acaba de responder a un derecho de petición que mientras los validadores de las universidades Nacional y de los Andes, delegados por el Gobierno, no terminen de analizar detalladamente los estudios contratados por la Alcaldía, no se puede tener ninguna certeza sobre puntos clave como cuál será la ruta, qué cantidad de pasajeros cargará, el costo de esa primera línea y el valor del pasaje. Esas dudas jamás se resolvieron en la reunión que tuvo la Alcaldía con el Presidente de la República en el Palacio de Nariño, el pasado 26 de agosto.
3. Sobre la elaboración del documento Conpes para garantizar las vigencias futuras de la Nación a partir de 2017 con miras a este megaproyecto, éste solamente será firmado cuando los validadores den a conocer su concepto final, en un proceso que demorará al menos tres meses más. Sobre este punto, Planeación Nacional nos ha respondido lo siguiente: “El proceso de concertación entre la Nación, el Distrito y la Gobernación de Cundinamarca, sobre el contenido del documento Conpes, no ha culminado”.
4. Lo preocupante es que hoy los publicitados estudios del metro todavía no han llegado en su totalidad a Planeación Nacional, trámite que se requiere urgentemente para que los validadores empiecen la evaluación y den su concepto final, con base en el cual el Gobierno Nacional determinará qué se construirá primero entre metro, tren de cercanías, sistema integrado y Transmilenio con los $250.000 millones anuales de vigencias futuras a partir de 2017.
Por todo lo anterior, le pedimos al Distrito que frente a semejante tema, tan importante para la vida de los bogotanos, deje de un lado la emoción y el afán. La aún eventual PLM requiere más hechos ciertos y menos anuncios.
Simón Gaviria Muñoz. Representante a la Cámara por Bogotá.
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