¿Homenaje a la Constitución de 1991?

Al parecer será aprobada la ley de víctimas, con un tiempo de reparación a partir del 1 de enero de 1991.

 Leo en la prensa que la fecha es por brindarle un “homenaje a la Constitución de 1991” y no sé qué pensar. En lugar de pensar en homenajes, por qué no pensamos objetivamente en una fecha que represente algún punto neurálgico del conflicto. ¿Qué pasará con todas las víctimas de antes de 1991? Es claro que se necesita una fecha como punto de partida y, como escribía un lector en estos días, no podríamos remontarnos hasta 1946 (como momento inicial) por diversas razones. Pero, también es evidente que la década del ochenta fue sangrienta y no debería ser excluida la reparación.

En 1991 yo ya no vivía en Riosucio (Chocó) y trataba de construir una vida como chofer en Medellín. En 1984 tuve que irme del pueblo y desde entonces no he vuelto.

Veinte años después, soy una “post-víctima” que no accederá a ninguna reparación. Sé que soy apenas un arquetipo y que como yo habrá miles.

Ojalá por lo menos se acepte el año 1985 como punto de partida para la reparación, así yo quede excluido de los planes. A estas alturas mi caso personal ya no cuenta mucho. He rehecho mi vida como he podido.

En el fondo, el año 1985 es una fecha altamente simbólica, por el Palacio de Justicia. Justo en estos días releo la obra de teatro del maestro Miguel Torres La siempreviva (editorial Tragaluz) y revivo esa gran obra que vi tantas veces en el Teatro El Local en Bogotá. Sí, 1985 es el año en que debemos comenzar a reparar a las víctimas. ¡Empecemos por las familias de los “desaparecidos” del Palacio! Qué triste récord el que porta Colombia: ser el país con mayor número de desaparecidos del mundo. Y después dicen que ¡Colombia es pasión!

 Pompilio Téllez. Bogotá.

¿Regulación de la pólvora?

La quema de pólvora sigue en mayor intensidad que antes de la cacareada prohibición aquí en el “Pueblito Viejo”; no es ningún secreto. Lo único que se ve es control en el expendio en tiendas autorizadas para tal fin; son las mismas que había antes sin licencia, pero restringida sólo para adultos. Está prohibido venderla a los menores, pero sí la pueden quemar porque el adulto se la compra. De ahí los resultados: 23 quemados en el país empezando diciembre.

 Fabio A. Ribero. Socorro.

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