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Irán: la lucha de los ayatolá

Columnistas elespectador.com

28 de junio de 2009 - 06:49 p. m.

Más allá de la crisis política que se ha desatado en Irán tras el fraude que se detectó en las elecciones del 12 de junio, en las que resultó reelecto el presidente Mahmud Ahmadineyad con una “apabullante” victoria de un 63% de los votos, frente al 33% que supuestamente obtuvo el líder de la oposición Mir Hussein Moussavi, lo que se esconde detrás de todas las manifestaciones masivas por parte de los partidarios del gobierno y de la oposición es una encarnizada lucha por el poder entre los ayatolá Alí Jamenei, el líder supremo de la revolución y guía espiritual de la revolución desde 1989, y el ex presidente Alí Akbar Hashemi Rafsanyani.

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Este último, un destacado clérigo, ex presidente del Parlamento y de la República en dos oportunidades, un hombre que controla el Consejo de Discernimiento, un organismo que tiene entre otras funciones dirimir asuntos normativos entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes, el máximo organismo constitucional del país.

Además, preside la Asamblea de Expertos, otro cuerpo colegiado que también tiene un enorme peso político y religioso en Irán, dado que es la institución encargada de elegir, vigilar y destituir, en teoría y si es el caso, al líder supremo de la revolución. En efecto, son dos instituciones fundamentales dentro de la estructura del poder político y religioso iraní que domina Rafsanyani.

Por lo tanto, la lucha por el poder entre los dos ayatolá se ha tornado más fuerte desde 2005, cuando Rafsanyani perdió las elecciones presidenciales con el actual mandatario Ahmadineyad, ficha política de Jamenei. De hecho, lo primero que hizo Jamenei en su primera aparición en público, a raíz de las protestas de la oposición, fue respaldar la reelección de Ahmadineyad.

Entonces, desde los comicios de 2005 han aumentado más las tensiones entre las fuerzas político-religiosas que lideran los dos hombres más poderosos de Irán. Por eso, la selección de los candidatos a la Presidencia fue una fuerte puja interna entre ambas fracciones del régimen. De los 471 aspirantes que se inscribieron, 429 hombres y 42 mujeres, el Consejo de Guardianes seleccionó a cuatro. Dos por los conservadores fundamentalistas de Jamenei, el presidente Ahmadineyad y Mohsen Rezai, y los otros dos por los conservadores moderados y reformistas de Rafsanyani y Mohamed Jatami, Mir Hussein Moussavi y Mehdi Karrubi.

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Pese a que en la campaña Moussavi se manifestó dispuesto a mejorar las relaciones con Occidente, sobre todo con Estados Unidos, lo destacable de los pasados comicios es que todos los candidatos son fervientes defensores del régimen teocrático. En consecuencia, ninguno de los tres oponentes criticó el programa nuclear del presidente Ahmadineyad. De allí la decisión de Washington de ser cauto a la hora de hacer cualquier señal de respaldo a la oposición y, más aún cuando Rafsanyani, el hombre fuerte en la sombra de Moussavi, en reiteradas oportunidades ha dicho que Estados Unidos es el principal enemigo de Irán.

 José E. Mosquera. Medellín.

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