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Sea la oportunidad de saludar al Maestro Héctor Osuna por su reciente cumpleaños en un oficio tan demandante como lo es la caricatura ejercida de modo habitual por espacio de 50 años.
Quiero referirme a su columna del lunes, pues como siempre Lorenzo Madrigal es certero en sus comentarios para retratar, esta vez con palabras, hechos y personajes que actúan por los intereses que demanda un grupo que se ha propuesto perpetuar un mandato que sólo le traerá dificultades al país, no sólo en el plano internacional, sino de lo que queda de original en la Constitución de 1991, que será letra muerta dentro de muy poco por los cambios nacidos fuera de toda legalidad. Que las velitas que pide Lorenzo se multipliquen no sólo por la integridad de las instituciones, sino también por la salvaguarda de la Constitución.
Alonso de Jesús Tamayo. Bogotá.
Nicolás Castro, hijo de su tiempo
En lo que va de la semana ya son varios los columnistas que se han pronunciado en el tema del joven que pagará con cárcel, como si fuese un criminal, la repudiable —pero no por ello terrorista— actitud de andar por la vida amenazando de muerte a quienes no tolera. A lo que ya se ha escrito sobre la justicia selectiva y el exceso de la pena considerada, habría que agregar el porqué de la torpe forma de manifestarse del estudiante universitario. Antes que el medio para comunicar, lo que precisa discusión es la polarización en que está creciendo nuestra juventud. Aunque ello no lo justifique, Nicolás es un hijo de su tiempo.
Antonio Jaramillo. Cajicá.
Fe de erratas
En la edición del viernes 4 de diciembre, para ilustrar el texto de la sección “De labios para afuera” fue utilizada una foto que le pertenece a
El Tiempo.com. Desafortunadamente el debido crédito no fue incluido en la nota.
Nota de la Redacción.
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