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La Ministra, su beca y un Alto Turmequé

Columnistas elespectador.com

22 de mayo de 2010 - 11:59 p. m.

Por medio de la presente quisiera aclararle a la opinión pública en qué consiste el Programa Humphrey de las becas Fulbright, al cual hace alusión el confidencial publicado en la sección Alto Turmequé el día domingo 16 de mayo, en el que se insinúa que “por ser alta funcionaria del Gobierno colombiano, pudo tener influencia en la junta directiva que escoge a los beneficiarios del programa, compuestos por designados de los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia”, afirmación que no es cierta.

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El Programa Humphrey de la Comisión Fulbright está dirigido a profesionales del sector público o privado que hayan sobresalido por su servicio a la comunidad y que tengan una experiencia profesional demostrable e importante para la sociedad, tal como lo explican en la página web: http://exchanges.state.gov/globalexchanges/humphrey-fellowship.html. Este programa es totalmente financiado por el gobierno de los Estados Unidos y no tiene ningún tipo de aportes ni contrapartidas de financiación por parte del Gobierno colombiano.

Si bien desde 2003 el Ministerio de Cultura ha tenido con la Comisión Fulbright convenios para cofinanciar becas de posgrados de artistas y gestores culturales en el exterior, que han beneficiado a 84 ciudadanos en estos años, quisiera aclarar que mi postulación como becaria no fue para ninguna de estas líneas, ni cualquier otra que reciba recursos del Gobierno colombiano.

El programa Humphrey es una iniciativa del Departamento de Estado para personas que estén o hayan desempeñado cargos públicos. Este no conduce a título y su proceso de selección es riguroso, tanto por parte del gobierno de los Estados Unidos como por la universidad a la que se aplica, en este caso MIT. Este año, por ejemplo, fueron seleccionados tan sólo 12 profesionales de todo el mundo para el programa en MIT. Ver página: http://web.mit.edu/spurs/www/.

 Quisiera finalizar diciendo que el año pasado me presenté a esta convocatoria de la Comisión Fulbright, así como a otras, teniendo siempre presente que no tuvieran relación o apoyo por parte del Gobierno colombiano y que cumplí a cabalidad con todos los requisitos sin ningún tipo de inhabilidad.

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De igual forma, quisiera reiterar que antes de ocupar mi primer cargo público como Ministra, a los 28 años, ya había obtenido múltiples becas para adelantar estudios en instituciones de alto prestigio como la Universidad de Perugia en Italia o la Universidad de Cambridge en Inglaterra. Por tanto, considero que la selección Fulbright, al igual que se han dado en otros casos donde he sido seleccionada en convocatorias públicas para estudios con el gobierno de Italia, la Fundación Bill Gates, Unctad, Colfuturo, la Universidad de Cambridge y la Fundación Interamericana, corresponde a procesos competitivos donde se valoran el recorrido académico y profesional que he tenido y las propuestas de investigación. Aclaro que siempre he cumplido con todos los requisitos y he llevado a cabo los procesos como cualquier otro postulante.

  Paula Marcela Moreno Zapata. Ministra de Cultura. Bogotá.

De Fulbright, sobre el mismo tema

Por medio de la presente quisiera responder a la insinuación realizada en la nota de la sección Alto Turmequé el domingo 16 de mayo, con referencia a la selección de la doctora Paula Moreno, actual Ministra de la Cultura, como becaria Fulbright, refiriendo que esta selección se debió a la relación institucional entre el Ministerio y el programa de Fulbright.

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El prestigio y renombre de Fulbright se atribuyen en gran medida a dos factores principalmente: el destacado nivel académico en sus becarios tanto en Colombia como en el mundo, y un proceso de evaluación y selección riguroso, imparcial y transparente. Durante 53 años la comisión Fulbright en Colombia ha cumplido sin excepción esta normatividad. La evaluación de los aspirantes a las becas Fulbright es realizada por pares académicos externos y comités de entrevistadores, compuestos por ex becarios Fulbright con estudios de doctorado en los EEUU.

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En el caso de la Beca Hubert H. Humprey en particular, que la ministra Moreno recibió, después de la nominación de candidatos realizados por las comisiones Fulbright en todo el mundo, la selección final la lleva a cabo  un comité en EE.UU. compuesto por el Institute for International Education, la Agencia de Estudios Culturales y Educativos del Programa Fulbright y de la universidad donde los becarios Humphfrey realizan sus proyectos académicos, en este caso el Massachussets Institute of Tecnology, M.I.T. Fulbright Colombia y su junta son informadas de la decisión final, en la cual no tenemos participación ni injerencia alguna.La candidatura de la ministra Paula Moreno se sometió a los mismos procesos de evaluación de los 444 aspirantes a las becas Fulbright el año pasado. Estas son becas de excelencia que buscan precisamente seleccionar individuos como ella, quien se destaca por sus calidades profesionales, su gestión pública, sus aportes al país, su hoja de vida sobresaliente y la capacidad de llevar cabo su investigación en una de las más prestigiosas instituciones académicas en el mundo.

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Permítame precisar que la alianza entre el Ministerio de Cultura y Fulbright que apoya las becas Fulbright-Mincultura para Artistas se formalizo en un convenio de cooperación firmado en enero de 2007 con una vigencia de cinco años. Ni la aprobación del convenio original ni su renovación coinciden con el período de gestión de la ministra Paula Moreno.

Es desafortunado que el periódico no socialice frente a la opinión pública la verdadera noticia de Fulbright —que este año fueron seleccionados 82 colombianos para realizar estudios de posgrado e investigación en EE.UU. con el compromiso de regresar al país y contribuir a sus metas de desarrollo socioeconómico; que 60% de los becarios provienen de las regiones del país; que el maestro Bernardo Hoyos, ex becario de Fulbright del año 1959, fue galardonado con el Reconocimiento Fulbright a la Excelencia de 2009; o que suman a 40 los premios Nobel dentro de la red de ex becarios Fulbright en el mundo—, mas sí publicar un chisme sin atribución ni fundamento, que busca salpicar el nombre Fulbright y restar mérito a un logro merecido.

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 Ann C. Mason.  Directora ejecutiva, Fulbright Colombia. Bogotá.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

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