Los felicito por la página sobre el lituano-colombiano Antanas Mockus Sivickas (“Antanas Mockus en lituano”, El Espectador, mayo 2), donde se deduce que este aspirante presidencial en nada y con nadie se identifica con nuestro pasado histórico.
Su proeza consiste en darle sepultura a nuestros dos partidos tradicionales que han construido nuestra nacionalidad acrecentando nuestro colombianismo, costumbres y conducta democrática. Doscientos años de Independencia, los destruye de una plumada.
El menos apto para gobernarnos entre los actuales candidatos es este extraño personaje a quien nada le debe el país. El señor Mockus Sivickas pretende construir su propio partido sin ningún antecedente histórico colombiano.
Alarma la insensatez de nuestros compatriotas al preferir a un ser que no es propiamente un estadista, ni un personaje superior al común de los colombianos. No deja de ser el menos indicado para dirigir los destinos de nuestra nación, comparado con otros presidenciables.
Viene a mi memoria el legado político del gran patriota don Fidel Cano: “El Espectador trabajará en bien de la patria con criterio liberal y en bien de los principios liberales con criterio patriótico”.
Gustavo Gaviria González. Bogotá.
Menos encuestas y más debates
En relación con el editorial del periódico El Espectador (lunes 10 de mayo de 2010 ), titualdo “En defensa de las encuestas”, vale decir que el anhelo de muchos colombianos es la participación de los candidatos a la Presidencia en muchos más debates.
¿Qué nos dicen los aspirantes en materia de educación, salud, vivienda, mejor dicho, sobre proyectos sociales? ¿Cuáles son los programas para disminuir el gravísimo problema de los desarraigados? Esta es, sin lugar a dudas, una “bomba de tiempo” de las familias desplazadas que han ingresado a las principales ciudades colombianas aumentando los conflictos sociales.
En cuanto a la política de la macroeconomía, ¿cuáles son sus programas o propuestas para incentivar la inversión nacional y extranjera, impuestos, relaciones internacionales? No nos digamos mentiras, temas para propuestas los hay en demasía. Además, es bien sabido que así como las matemáticas son exactas, las estadísticas se presentan o manejan de acuerdo con los intereses y las encuestas son extremadamente variables, tal como se ha visto en el actual debate electoral.
Jorge Giraldo Acevedo. Santa Marta.
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