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Desde hace cerca de 58 años leo El Espectador y lo hago porque "trabaja por el bien de la Patria con criterio liberal" y tolera la libertad de opinión, pero en cuanto a noticias se refiere, se ciñe estrictamente a la verdad.
En El Espectador del domingo 30 de octubre, en primera página, se informa que la alcaldesa de Chapinero se casará con su pareja del mismo sexo. Esta noticia no se ciñe a la verdad, por la elemental razón de que en Colombia el matrimonio es un contrato que sólo pueden celebrar entre sí un hombre y una mujer. Tan cierto es que en la misma edición, en la página dos, se informa que la “Corte Constitucional se apresta a tomar un trascendental fallo” para decidir una demanda presentada contra el Art. 113 del C.C.
Debo precisar dos temas estrictamente jurídicos: 1) La Señora Alcaldesa, posiblemente legalizará ante notario su Unión Marital de hecho. Su “matrimonio” es un imposible jurídico. 2) Lo que se pretende con la demanda referida es que la Corte Constitucional reforme el Art. 42 de la Constitución y de contera el Art. 113 del C.C., facultad reservada de manera exclusiva al Congreso o al pueblo como Constituyente primario. Por esta razón las pretensiones deben negarse.
Por otra parte, la unión entre personas del mismo sexo no debe ser denominada despectivamente con los calificativos de homosexual o gay y las tendencias sexuales no deben trascender de la esfera privada, salvo que una conducta en particular sirva para “trabajar por el bien de la Patria” y de las personas en general.
Carlos Fradique-Méndez. Abogado de Familia. Bogotá.
Descuidos
Muy interesante su artículo sobre la Patrulla Aérea en Ovejas (Sucre), pero respetuosamente hago las siguientes observaciones:
1. Un optómetra no es médico.
2. La residencia es la especialización en medicina, es decir, que se adelanta una vez se ha obtenido el título de médico, no como se menciona en su artículo que Gabriela está por entrar al último año para graduarse como médica.
3. En Colombia llamamos la cirugía ligadura de trompas, no ligación.
Sugiero que en próximas oportunidades se realice una revisión más cuidadosa a lo escrito.
Anayanci Córdoba G. Bogotá.
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