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Columnistas elespectador.com
17 de febrero de 2010 - 03:42 a. m.
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Como suscriptor y lector permanente de El Espectador me llena de indignación el encontrar el desequilibrio que se ha apoderado del periódico en lo referente a la información política.

El día 4 de febrero le dieron primera página con foto a Juan Manuel Santos y repiten la misma dosis el domingo 14. En 11 días dos primeras páginas a quien no le ha hecho ningún planteamiento serio al país pero sí tiene mucho que explicar en lo referente a su participación en los mal llamados “falsos positivos” y en lo referente a la libertad de prensa con el caso de la revista Cambio y la periodista Claudia López. ¿Qué dijo Santos más importante que lo denunciado por Germán Vargas Lleras, quien sí es candidato a la Presidencia?

 Julio Muñoz Perea. Cali.

Sobre Sirirí

En el artículo publicado en la edición del 12 de febrero y cuyo autor es Mario Fernando Prado, sobre la votación de las mujeres y por las mujeres, el periodista se equivoca cuando califica la votación de Marta Lucía Ramírez de “pingüe”, queriendo significar que es escasa. Esta palabra significa precisamente todo lo contrario: ‘abundante, ‘mucho’, ‘grande’. Ejemplo: “Se obtuvieron pingües ganancias”, “tiene pingües beneficios”. ¿No será más bien que el insigne publicista y periodista quiso decir “pingo”, que significa de ‘poco valor’, ‘estar colgado’? En fin, más vale corregir tarde, a que persista el error.

 Felipe Ossa. Cali.

“Asumo la responsabilidad”

No basta con que el presidente Uribe, sin ningún pudor, nos diga a los colombianos que asume la responsabilidad por la derogación de algunos de los decretos sobre el sistema de salud expedidos al amparo de la Emergencia Social. Cualquiera entiende que esa es la labor del ministro de la Protección Social, Diego Palacio, y que, como tal, es él quién debe asumir esa culpa presentando su renuncia.

¿De qué nos sirve a los colombianos que el Presidente asuma la responsabilidad? ¿En qué se traduce esa figura, más propia de la religión católica que del Estado laico que se supone nuestros gobernantes deberían defender?

Por lo demás, las renuncias de los funcionarios no son exclusivamente éxitos de la oposición. Por el contrario permiten corregir aquello que se está haciendo mal y garantizan, entonces, que personas más preparadas puedan llegar a ocupar los cargos en los que se cometen errores. En este caso, con su deseo de asumir la responsabilidad por la inutilidad de su ministro, el Presidente sacrifica el futuro de la salud de todos en aras de mantener a su coequipero, a quien se le ha visto más activo haciendo política que ejerciendo como funcionario técnico y capaz.

 Andrés Pinto. Ibagué.

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