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Política

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Columnistas elespectador.com
13 de septiembre de 2008 - 01:55 a. m.
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LUCHO GARZÓN ESTÁ BUSCANDO dar un golpe al líder del Polo Democrático Carlos Gaviria, se reúne a escondidas en la casa de la mamá del alcalde Moreno para fraguar la caída de Gaviria…

Palabras más, palabras menos, en esos términos registraron los medios de comunicación la reunión que sostuvo Garzón en la casa de la madre del Alcalde de Bogotá y en la cual buscaba mayorías dentro de su partido para obtener la dirección del Polo a nivel nacional.

Es increíble y absurdo que se censure y cuestione la actividad política que consiste en eso básicamente, lograr mayorías dentro de una colectividad.

Cualquier miembro de un partido democrático tiene el derecho legítimo de buscar liderazgos y esto se consigue de la manera en que Garzón lo intentó, reuniéndose con quienes consideró pueden ser sus aliados y con quienes probablemente comparte una visión de partido y seguramente de país.

Es altamente perjudicial para un partido democrático y para un sistema democrático estigmatizar este tipo de acciones naturales de la política, que a lo único que conllevan es a restringir el debate, la tolerancia, el surgimiento de nuevas ideas y posiciones. Esa actitud permite que las fuerzas, así sean minoritarias, tengan eco y representación dentro sus partidos.

Estoy seguro de que Carlos Gaviria, quien tanto se queja de que este Gobierno busca perpetuarse en el poder y acallar la opinión, debe estar en contra de cómo los medios de comunicación han tratado a su partido a raíz de este evento. Seguramente debe estar preparando una rueda de prensa para reafirmar que el Polo Democrático, es democrático, que el Polo Democrático permite la disertación, es abierto a la discusión y que, sobre todo, no le tiene miedo a que sus líderes busquen ascender a línea de mando, que nadie está aferrado al poder.

Muy difícil y traumático ha sido el camino recorrido por la izquierda en Colombia, no tan buenos los últimos resultados del Polo a nivel nacional, (salvo Bogotá y Pasto) como para que sus miembros  en todos sus niveles no tengan los pelos de punta y vean cómo por falta de madurez política pueden terminar siendo un partido sin opción, no digo nacional sino ahora local.

Este país, que desayuna, almuerza, come y sueña con política, no permite a los políticos hacer política. Recuerdo que en la última convención de Cambio Radical alguien llamó al Presidente de la República para saludarlo y lo pusieron en alta voz. Se oyeron las voces de la oposición rasgándose las vestiduras porque el Presidente hacía política con un partido de su coalición de gobierno. Pero si los políticos no hacen política, ¿quien esperan que la  haga? 

Lo más grave de todo este incidente del Polo tiene que ver con la posición que tomaron algunos de quienes estaban allí reunidos e inclusive de quienes no lo estaban, que salieron de una u otra manera a desmentir en qué estaban, es decir que no conocían el propósito de la reunión.

No es sano que la búsqueda de mayorías de un líder dentro de un partido sea tratada como golpe, mucho menos que sus líderes permitan que traten a su partido democrático como si dentro de él operara como sistema dictatorial que tanto critican y más grave aún, que los medios de comunicación no tengan la capacidad mínima de análisis para entender que una cosa es hacer política y otra es romper con la política.

* Politólogo

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