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Presidente de la SIP recuerda a Luis Gabriel Cano

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Columnistas elespectador.com
22 de enero de 2010 - 03:05 a. m.
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Como presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, les mando mi más profundas condolencias en nombre de nuestra sociedad por la muerte de nuestro ex presidente, don Luis Gabriel Cano Isaza.

Como director, presidente, y luego miembro del Comité Consultivo de la SIP, don Luis Gabriel siempre expuso lo más altos valores del buen periodismo continental y, dentro de circunstancias sumamente difíciles y peligrosas, defendió el derecho de su pueblo a estar informado sobre las duras realidades en que vivía su querida Colombia. La familia Cano sacrificó mucho para mantener en alto la libertad en Colombia. Su hermano, don Guillermo Cano Isaza, cayó víctima de un ataque violento que le quitó la vida en 1986; tristemente fue uno de varios miembros de la familia de El Espectador que sufrieron a manos criminales.

Con el peso de la muerte de su hermano, y luego con la virtual destrucción del periódico, don Luis Gabriel siguió la lucha para que las fuerzas del bien y la libertad del pueblo colombiano puedan llegar a realizarse algún día. A sabiendas de que su vida y la de que los que lo rodeaban estaban en peligro, siempre fijó su mirada hacia adelante. Fue un ejemplo del hombre valiente que se vio con la necesidad de luchar contra una fuerza que a veces parecía imposible de vencer y, sin embargo, en vez de quedarse callado, buscó nuevas formas de hacer que la verdad prevaleciera a través de las páginas de El Espectador.

En el orden personal, tuve el gran privilegio de conocerlo poco antes de que su hermano fuera asesinado. Consideré en ese momento, y lo considero ahora, que estaba en presencia de un hombre excepcional, que poseía todas las características de un héroe. Tenía yo como 15 ó 16 años entonces, y recuerdo pensar lo valiente que tenía que ser una persona para no renunciar a sus principios y regresar a su tierra en donde sabía que su vida corría mucho peligro. Tuve el privilegio de ser su amigo, como lo fue mi papá, Horacio Aguirre, quien lo mantiene como uno de sus grandes afectos de toda la vida. Fui el gran beneficiario de muchos de sus conocimientos a través de largas y sabrosas pláticas que pudimos tener entre las sesiones de la SIP.

Pueden estar seguros que muchas personas que a través de su vida tuvieron el gusto de conocerlo, están de acuerdo con que él forjó pasos que ameritan seguirlos. Así lo fue en la SIP y tuvimos la gran satisfacción de poderle mostrar nuestro respeto y simpatía durante la asamblea en Cartagena en marzo de 2007.

Finalmente, quiero agregar que, además de haber sido el primer presidente colombiano de nuestra Sociedad, fue un gran presidente de ésta.

 Alejandro Aguirre. Presidente, Sociedad Interamericana de Prensa. Miami.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

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