Estoy apabullado por la mordaza que se sintió en la entrevista a los rescatados militares, cuando un periodista preguntó por el soldado muerto y el presidente esquivó la respuesta.
¿A qué se debió el mutismo de los otros periodistas? ¿Qué pasa con los noticieros arrodillados? Ojo al periodismo sumiso y aterrorizado.
Carlos Echeverría. Bogotá.
El lío con los NN
Por tratarse de trabajadores colombianos, solicito como un gesto humanitario que se rinda un informe lo más completo posible de cada uno de los 48 sindicalistas colombianos supuestamente asesinados este año, según la Confederación Internacional de Sindicatos. ¿Quiénes eran, dónde trabajaban, cómo fue su muerte? Hay que humanizar más el ejercicio del periodismo, y no saltarse hechos tan importantes. Hay que comenzar por ponerle identidad a lo que los periódicos redujeron a un número más, como si se tratara de ganado o de piezas de caza.
Nayib Abdala. Cali.
Cartagena y sus busetas
Afirmar que frecuentemente los conductores de busetas ocasionan accidentes en la ciudad de Cartagena es un lugar común, como también lo es decir que ni las autoridades, ni los empresarios tienen voluntad para poner fin a tan trágicas situaciones, que afectan a todas las personas en sus vidas y bienes. ¿Qué más esperan las autoridades, empresarios, conductores y líderes de los barrios para darle solución definitiva al riesgo creado y ya convertido en tragedia en varias oportunidades?
Hay, qué duda cabe, conductores irresponsables e ineptos a los que nada les importa la integridad, vida y bienes de sus conciudadanos. Resultado de ese desprecio por el bien común es la reacción colectiva violenta y rabiosamente encaminada a causar daño a quien previamente lo ha hecho.
Es imperativo tomar medidas desde ya, para evitar que la destrucción y la muerte sigan rodando en las llantas de las busetas y que la ira del pueblo se haga presente siempre que esos sucesos se repitan. Todo lo anterior, sumado a la intervención de la Policía que, presuntamente, produjo más muerte, se puede prevenir. Mientras, a los conductores irresponsables les recuerdo: “Quien siembra vientos, recoge tempestades”.
Marco Polo Guerrero. Cartagena.
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