Yo, José Herrera Gómez, concejal del municipio de Suárez, Tolima, electo por el movimiento Polo Democrático, con el deber que me asiste de defender a mi comunidad de cualquier acto que atente contra su dignidad, quiero exponer el rechazo del pueblo de Suárez al artículo publicado el día 4 de octubre de 2009 titulado “Pueblos sin Dios ni ley”, donde se hace público un estudio según el cual algunos municipios, incluido el Municipio de Suárez, Tolima, están influenciados de mafia, paramilitares y guerrilla.
Y como si fuera poco se transcribe un mapa el cual titulan “Mapa de influencia de grupos ilegales en el poder municipal”. Para lo cual quiero hacer algunas precisiones y consideraciones que son muy importantes a la hora de sacar a la luz pública una noticia que carece de veracidad y pone en el escarnio público a una comunidad honesta, responsable y, lo más importante, respetuosa de la ley. En el informe se nota la falta de responsabilidad para informar, también la falta de investigación, porque para sacar una noticia de esta naturaleza que influye en el común vivir de esta comunidad se deben tener muchos elementos de juicio, porque esta comunidad es sana, es un pueblo llamado en el Tolima “Remanso de Paz”, reconocimiento que se ha ganado gracias a la tranquilidad que en este bello municipio se respira. La comunidad de Suárez, encabezada por nuestro Alcalde, el Concejo Municipal en pleno y la sociedad civil, hemos encaminado todos los esfuerzos para hacer de este municipio un centro turístico aprovechando las riqueza hídrica que tenemos, pero con un comentario como el que aparece en el periódico se destruye un esfuerzo de todos quienes queremos de verdad este municipio. ¿Qué pensará un colombiano después de leer este tipo de información? Que en Suárez no hay Alcalde, no hay Fuerza Pública y sólo gobiernan los ‘paras’, la guerrilla y los narcotraficantes. Quiero invitarlos a este bello municipio para que conozcan toda la riqueza natural que tenemos, entre ellas: El Balneario de Batatas, El Salto de la Hondita, El Salto del Buitre, una diversidad de senderos ecológicos y 60 kilómetros de ribera sobre el Río Grande de la Magdalena.
José Benjamín Herrera Gómez. Concejo de Suárez, Tolima.
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La información que aparece en “Pueblos sin Dios, ni ley” (El Espectador, domingo 4 de octubre de 2009), que menciona a Salazar de las Palmas, Norte de Santander, no corresponde a la verdad y les ruego rectificar la buena imagen y la honra que se merece esta bella población católica, con aire acondicionado, cuna del café y turística por excelencia.
Luis Alberto Gómez Forero. Salazar de las Palmas.
N del D.: Vale aclarar que el artículo en mención corresponde a una reseña de los resultados de un estudio de la Red de Iniciativas para la Gobernabilidad, la Democracia y el Desarrollo Territorial, con el apoyo de la GTZ.
Sobre una tutela improcedente
Por medio de la presente les informo a los lectores en general, y al columnista Doctor Felipe Zuleta Lleras en particular, que el juzgado 18 Civil de Bogotá declaró la tutela en su contra improcedente considerando que el Dr. Zuleta, al ser notificado de la misma por los excesos verbales que cometió en su columna “Un Bobancio en el Palacio de San Carlos”, publicada el 2 de agosto del presente año, se dignó a explicar el alcance y el significado de sus palabras, casi dos meses después de que se lo solicitara en la carta que este diario publicó intitulada “Opinión y Dignidad” a la semana siguiente, el 9 de agosto.
Contrario a lo que podrían pensar muchos, el fallo del juzgado me satisface pues está sujeto a Derecho y lo último que quisiera es que esta tutela se convirtiera en una excusa, dentro de un aparato jurisdiccional tan politizado como el nuestro, para llevar a uno de los críticos más agudos de éste Gobierno, como lo es el Dr. Zuleta, a la cárcel. Es decepcionante que a casi 20 años de expedida la Constitución de 1991, que supuestamente instauró el pluralismo entre nosotros, haya que interponer una acción de tutela para que alguien, supuestamente demócrata y versado en temas jurídicos como lo es el Dr. Zuleta, reconozca que el Derecho a la Libre Expresión tiene como límite la Dignidad Humana y que todo ser humano o grupos de seres humanos, por el simple hecho de serlo, merecen respeto, con independencia de su estirpe, condición, raza, sexo o preferencias sexuales.
Por último, hago saber que esta tutela tendrá tránsito a la Sala de Revisión de la Corte Constitucional, donde espero el Alto Tribunal se pronuncie de manera oportuna y eficaz para sentar jurisprudencia dentro de nuestro ordenamiento jurídico sobre tan importantes temas. Entre tanto, con el fin de dirimir esta útil, civilizada y constructiva controversia, cito las palabras de Don José María Vigil que resuenan con más fuerza que nunca en nuestra Colombia actual: “La libertad de prensa, lo mismo que todas las libertades, tendrá sus inconvenientes, tendrá sus peligros; pero con todos ellos es preferible a la tranquila placidez del despotismo”.
José A. Hofmann Delvalle. Bogotá.
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