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Soy suscriptor de El Espectador y admiro la independencia, filosofía liberal y rigurosidad de los periodistas, de la mayoría de columnistas y de los editorialistas del diario vigente más antiguo de Colombia.
Por eso me parece inaudito y sorprendente la publicación de la revista Guía estudiantil de El Espectador, correspondiente a la edición semestral abril/septiembre, que he recibido en los días precedentes. Les puntualizo lo siguiente:
1- Las dos publicaciones tienen dos carátulas (con fotos y anuncios distintos) y las correspondientes contracarátulas (con publicidad igualmente diferente), sin embargo, en su contenido son la misma publicación. Es decir, no hay dos ediciones distintas, sino una misma edición con carátulas diferentes. Es como si un estudiante presentara dos veces la misma tarea con un anuncio distinto en cada una.
2- Lo sorprendente es que la guía del Directorio de Universidades e Instituciones Universitarias, cuya fuente de información es el SNIES (Sistema Nacional de Información de Educación Superior) del Ministerio de Educación Nacional, ha sido consultada de forma incompleta. No se entiende por qué razón no se referencian universidades tan importantes como las que existen en las ciudades de Manizales, Pasto, Ibagué, Cúcuta, Santa Marta o Tunja. Que, en el caso de esta última ciudad, a tan sólo 120 km de la capital del país, situada en un corredor industrial (Sogamoso, Duitama, Tunja) y en un municipio caracterizado por su historia y defensa de los derechos humanos (Chiquinquirá), no se haga mención de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia —UPTC—, que tiene más de 18 programas universitarios con acreditación de alta calidad otorgada por el Ministerio de Educación Nacional, además de varios programas de posgrado en modalidad de especialización, maestría y doctorado, también acreditados. La ciudad de Tunja, fundada en 1537 (un año más tarde que Santafé de Bogotá), merece más atención y reconocimiento, atendiendo que su tradición, cultura y nobleza datan de más de cinco siglos y los aportes de sus gentes han sido invaluables en la historia de Colombia.
Tengo el mejor concepto del editor (e) de la revista, Fernando Araújo Vélez, pero creo que en esta publicación faltó objetividad y rigor de sus colaboradores para presentar la información más completa sobre opciones de la educación superior en el país.
Jaime Ignacio Bermúdez. Tunja.
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