No entiendo al señor presidente Uribe. Ahora que supuestamente nos acercamos amigablemente a Ecuador y Venezuela, salta Maquiavelo con toda cantidad de afirmaciones, de los campamentos de la guerrilla en Venezuela.
Como que descubrió el agua tibia. Para los que habitamos en la frontera colombo venezolana, son vox pópuli todas esas afirmaciones y los viajeros al vecino país siempre regresan con un montón de noticias frescas al respecto. Y no son enviados por el gobierno ni mucho menos espías, son transeúntes ocasionales que visitan sus familias o simplemente van de paseo, por ser más económico que viajar por mi querida Colombia.
No sé, pero me “sabe” mucho a coincidencia, que cuando en el país la noticia bomba salpica al Presidente la distracción es dar noticias que en la frontera saben a “cacho” por lo viejas. Y desgraciadamente somos los que pagamos el pato. La frontera se muere por un enfrentamiento personal, de odio manifiesto, que debería manejarlo la Cancillería. Es que los problemas no se arreglan metiéndole fuego a la candela, ni tampoco haciendo protagonismo ahora que acaba su mandato. Señor Presidente, no le dañe la política exterior al doctor Santos, ya pasó su cuarto de hora y no pudo con Chávez, pero sí nos está arruinando a los de la frontera.
Y pensar que nos pone la bota encima, pero no hay quien no la sacuda por miedo a catalogarnos de terroristas.
Mr. President
Como lo prometido es deuda hoy estoy de nuevo frente al teclado y esta vez para continuar describiendo mi forma de pensar frente al partido de la U. Esta vez para comunicar lo que pienso sobre Juan Manuel Santos Calderón conocido por sus simpatizantes como “Juanma”, “Santos”, o “Mr. President” por su gran simpatía con el gobierno estadounidense. Escribo hoy sobre una persona cuyo equipo está conformado por personas a las que les debe más de un favor. Por ahí me puse a averiguar y la mayoría de sus integrantes tienen una investigación preliminar o formal por nexos con paramilitares. Y, bueno, esto me resulto algo curioso así que visité la página del partido verde para ver si se la estaban montando a los políticos del país en general. Pero resulta que no. Los únicos que tenían torcidos eran los de la U. No diré más pero es claro que este nuevo gobierno no será tanto Unidad Nacional como de Impunidad Nacional.
Jonathan Camargo, Bogotá.
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.
