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Urrá y el invierno

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Columnistas elespectador.com
10 de octubre de 2010 - 02:46 a. m.
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Con respecto al artículo "Llueve sobre mojado", publicado el domingo 3 de octubre, nos permitimos hacer las siguientes claridades:

1. Se menciona que el invierno aún está por venir, lo que no es exacto ya que la cuenca del río Sinú es unimodal, con una temporada invernal que se extiende desde mayo hasta noviembre, por lo que independientemente del fenómeno de ‘La Niña’ seguimos en invierno.

2. Se afirma que la zona donde se construyó la represa había pertenecido tradicionalmente a un resguardo indígena de la comunidad embera, lo que no es cierto, ya que la etnia embera-katío está ubicada 25 kms. aguas arriba de  Urrá I y sólo las colas del embalse penetran el resguardo, inundando ocasionalmente 417 hectáreas de las 103.517 hectáreas que poseía el resguardo antes de Urrá, o sea, sólo el 0,40% del área total de éste.

3. La afirmación de que la hidroeléctrica tiene un impacto nocivo para el ecosistema de la zona, porque allí los humedales que regulan el río se han visto saturados y han perdido su capacidad de absorción, no es cierta. Es cierto que las ciénagas y los humedales sirven como zonas de amortiguamiento de las avenidas o crecientes del río, pero que estos cuerpos de agua hayan sido saturados y hayan perdido su capacidad de absorción no es producto de la construcción y operación de la hidroeléctrica, sino fruto de actividades antrópicas y naturales, tales como ocupación por parte de comunidades y particulares para desarrollar actividades agrícolas, ganaderas y de vivienda (municipios enteros se han formado en terrenos de la ciénaga de Lorica), y pérdida de capacidad de almacenamiento debida a fenómenos naturales de sedimentación, agravado esto último por la deforestación y el uso inadecuado del suelo.

4. No es cierta la afirmación que se atribuye a Juan José López Negrete, en el sentido de que la demanda de energía ha crecido en los últimos cuatro meses y, por lo tanto, la hidroeléctrica ha utilizado cuatro turbinas y no las dos que acostumbra a utilizar, lo cual produce crecientes artificiales que desbordarían la presa si llega a producirse una creciente natural. Esta afirmación, además de ser falsa, es perversa, porque implica que la empresa ha preferido vender energía en lugar de aliviar las graves inundaciones que se están presentando en la cuenca del río Sinú. A este respecto es necesario hacer algunas precisiones:

4.1. La demanda de energía no ha crecido en los últimos cuatro meses. De hecho, el crecimiento de la demanda de energía del Sistema Interconectado Nacional (SIN) ha tenido en los dos últimos meses uno de los crecimientos más bajos del presente año, con crecimiento en el mes de julio del 1,1% y en agosto del 2,6%, por lo que claramente la operación de la central hidroeléctrica Urrá I no está relacionada con el crecimiento de la demanda. Los crecimientos de la demanda de energía en el país en el presente año se dieron en el verano y fueron causados por la presencia del fenómeno de ‘El Niño’.

4.2. La central hidroeléctrica Urrá I cuenta con cuatro unidades de generación, cuya operación se encuentra determinada principalmente por la hidrología, que determina los precios de la energía. En ese orden de ideas, es natural que cuando se está en época de verano los aportes de agua al embalse disminuyan y la hidroeléctrica opere normalmente con una o dos unidades, porque si lo hace en esa época mayormente con tres o cuatro se pone en peligro la generación, ya que los niveles de agua en el embalse bajarían mucho. En el sentido inverso, en época de invierno es natural que los aportes de agua al embalse aumenten y la hidroeléctrica opere normalmente con tres o cuatro unidades, porque si se opera en esa época mayormente con una o dos se pone en peligro la capacidad del embalse para amortiguar crecientes, porque los niveles de agua en el embalse se incrementarían mucho. La lógica normal es: llega menos agua, se descarga menos agua; llega más agua, se descarga más agua.

4.3. Ahora bien, decir que la utilización por parte de la hidroeléctrica de cuatro turbinas produce crecientes artificiales que desbordarían la presa si llega a producirse una creciente natural es un sinsentido, ya que, como se explicó en el punto anterior, en invierno es la utilización de una o dos unidades lo que puede provocar que se reduzca la capacidad para amortiguar las crecientes naturales dados los altos aportes al embalse y eventualmente se puede llegar a que produzcan reboses o desbordamientos, no por la presa, sino a través del rebosadero o vertedero de excesos. En el año 2007 la capacidad de amortiguar crecientes en el embalse se vio sobrepasada por la fuerte temporada invernal de ese año y la limitada capacidad de almacenamiento del embalse, muy a pesar que en esa época invernal la hidroeléctrica operó mayormente con tres o cuatro unidades.

5. Si bien no se menciona en el artículo, es importante informar que la central hidroeléctrica Urrá I no ha descargado más de 619 m3/s en esta temporada invernal, pero las inundaciones en la cuenca media y baja del río Sinú, en los puntos más críticos a partir de los 800 m3/s, se han presentado por significativos aportes aguas abajo del sitio de presa, llegando a valores cercanos a 300 m3/s entre la hidroeléctrica y la ciudad de Montería. Para el caso de la ciénaga de Lorica, las inundaciones se han agravado por las fuertes precipitaciones en su área de influencia, dado que los niveles de la misma dependen básicamente en un 50% de los aportes de su propia cuenca.

6. Reiteramos que la central hidroeléctrica Urrá I se viene operando de manera responsable, tratando en todo momento de mantener la capacidad reguladora de crecientes del embalse en esta época invernal, para lo cual, dado los altos aportes se ha estado operando mayormente con cuatro unidades, lo cual es lo único razonable por hacer. No de otra manera se explica cómo en lo corrido de 2010 se han almacenado en el embalse 14 crecientes con caudales medios diarios superiores a 700 m3/s (183 desde el inicio de operaciones de la hidroeléctrica), las que no han transitado hacia aguas abajo de la hidroeléctrica precisamente por la regulación que se realiza. En las oportunidades en que los aportes al embalse han disminuido, la hidroeléctrica ha bajado la generación a tres y hasta dos unidades para aliviar la situación de inundaciones que se está viviendo en la cuenca baja, pero una vez los aportes vuelven a aumentar es necesario incrementar la generación, porque sería más crítico para la situación actual y eso sí sería irresponsable, no hacer lo necesario para impedir que el embalse rebose.

 Alfredo Solano Berrío. Presidente. Urrá S.A., Montería.

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