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Duque: aversión al capitalismo democrático

Cristina de la Torre
05 de octubre de 2021 - 05:30 a. m.

Lo dice Petro —igual que pudiera decirlo cualquier tibio anónimo— y Duque se enfurruña. Como se indigna ahora por todo, pataletas contra la fuerza de los hechos, creyendo resarcir con mohines de príncipe gratuito la debacle de su Gobierno. En defensa del capitalismo montaraz que trastabilla acá y allá, considera “trasnochada” la idea del opositor de repartir parte de utilidades de la empresa con sus trabajadores. Fue un “fracaso”, acotó el presidente, en los países donde se intentó. En cuáles: ¿en Alemania, Francia y España con larga tradición de esta política? ¿En los cinco países nórdicos que regresan a la socialdemocracia? ¿En México, Brasil y Perú, donde la cesión de beneficios del empleador a sus trabajadores es norma constitucional?

Es esta una manera de fortalecer el bolsillo de empresarios y operarios, que dinamiza la demanda y termina por multiplicar la producción y el empleo. Pero, bedel de los poderosos, látigo de su pueblo, le escandaliza a Duque el mecanismo que en casi toda Europa acompañó la cogestión del capital y el trabajo en empresas públicas, privadas y mixtas. A leguas de él hemos marchado aquí con ingresos cada día más precarios las clases trabajadoras y con empresas como Coltejer, pioneras de la industrialización (interrumpida), al borde de la quiebra. Si en el mundo desarrollado el modelo de mercado le rompió el lomo al Estado de bienestar para solaz de banqueros y multinacionales que invadieron los mercados del orbe entero, en países como Colombia ahondó las rancias desigualdades y lo reconvirtió en exportador de materias primas e importador de productos terminados.

Tras los estragos causados, gana Store las elecciones en Noruega y, con él, regresa toda Escandinavia a la socialdemocracia, referente poderoso de capitalismo democrático: economía de mercado con regulación del Estado, que resultó de transacción entre socialismo y capitalismo cuando este último periclitaba y el modelo soviético mostraba más fauces que tibio nido. En dos plataformas se afirma el modelo nórdico de Estado de bienestar: en la movilidad social y en la negociación de la política económica y social entre Estado, empresarios y trabajadores. Resultado, la igualdad como derecho. Concertación con los sectores productivos advera al corporativismo fascista, que en Colombia copió Duque de Laureano: el que entrega a los gremios privados la capacidad de iniciativa y de decisión del Estado.

En el Occidente desarrollado instauró la socialdemocracia el sistema público de salud, educación y pensiones, elevó el nivel de vida de la población, limó desigualdades y alcanzó el pleno empleo. ¿Cómo lo logró? Fomentando la economía productiva y mediante el impuesto progresivo que por décadas rondó el 80 % a los más ricos en Inglaterra y Estados Unidos. La fiscalidad al servicio del bienestar se tradujo en prosperidad general. En cambio hoy Warren Buffet, el archimillonario, paga en proporción 0,003 % de impuestos sobre sus haberes. ¿Cuánto le hace pagar Duque a Sarmiento por los suyos y por tantas gracias recibidas en la pandemia? ¿Cuánto más protegerá el negocio sucio de las EPS en salud y de los fondos privados de pensiones?

Bienamado discípulo del neoliberalismo, Iván Duque ahonda abismos sociales y denosta toda iniciativa de equidad. Providencial les ha resultado a él, a su partido y a sus amigos el estribillo del castrochavismo para encubrir la sangre derramada y la violencia económica ejercida. La historia pedirá cuentas. Y las urnas. Guardadas diferencias de brillo y de talento, fue Hayek maestro de esta escuela con su grosera asimilación de estatismo comunista y Estado de bienestar, para inscribirlos en una misma sepa totalitaria. La misma trampa ideológica de Duque para arremeter contra el capitalismo democrático que el Estado social encarna.

Cristinadelatorre.com.co

 

CeJota(48171)06 de octubre de 2021 - 10:36 a. m.
Duque es un vocero ramplón del capitalismo salvaje, y ese es su triste papel en lo que él se cree como "presidente".
Lorenzo(2045)06 de octubre de 2021 - 06:47 a. m.
Cristina parte del supuesto cojo de que la mentalidad capitalista en su fase neoliberal es racional. “¡Rien du tout!”, hubiera dicho mi querido Poirot: el odio que los rastacueristas colombianos (esa inveterada cepa de arribistas que se creen herederos de la fraudulenta aristocracia hispan) profesan por la filosofía, también lo padece el viejo Freud. "Sigmund" describió una serie de sensaciones:
  • Lorenzo(2045)06 de octubre de 2021 - 07:33 a. m.
    …terror a la naturaleza, debilidad, angustia, amenaza, temor a la muerte, indefensión, sufrimiento, dolores, privaciones, que los dios(Es) —en un comienzo—, luego UN único dios —el del monoteísmo— vendrían a cubrir protegiendo al indefenso ser humano, proporcionándole tranquilidad, alivio y consuelo.
Lorenzo(2045)06 de octubre de 2021 - 06:44 a. m.
…terror a la naturaleza, debilidad, angustia, amenaza, temor a la muerte, indefensión, sufrimiento, dolores, privaciones, que los dios(Es) —en un comienzo—, luego UN único dios —el del monoteísmo— vendrían a cubrir protegiendo al indefenso ser humano, proporcionándole tranquilidad, alivio y consuelo.
Lorenzo(2045)06 de octubre de 2021 - 06:43 a. m.
Una vez dominadas las principales fuerzas naturales gracias al desarrollo de la ciencia, la representación religiosa pasaría a ocuparse preferentemente de “la moral y la civilización”, es decir, de las instituciones culturales y la garantía de perpetuación del orden social.
  • Lorenzo(2045)06 de octubre de 2021 - 07:34 a. m.
    En esas coordenadas, y presos de una nación Estado de borrego de los gringos y esclavo del FMI, patinamos en una Colombia rezagada en un inmortal colonialismo, carne tierna para el más voraz capitalismo de la historia ―el neoliberalismo derrumbador del Welfarestate (Estado de Binestar)― aguzado por el fogonero erudito Milton Friedman:
Lorenzo(2045)06 de octubre de 2021 - 06:42 a. m.
En esas coordenadas, y presos de una nación Estado borrega de los gringos y esclavo del FMI, patinamos en una Colombia rezagada en un interminable colonialismo, carne tierna para el más voraz capitalismo de la historia ―el neoliberalismo derrumbador del Welfarestate (Estado de Binestar)― aguzado por el más caníbal de los fogoneros del capitalismo salvaje, el erudito Milton Friedman:...
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