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El manifiesto cavernario de Milei

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Cristina de la Torre
30 de enero de 2024 - 02:05 a. m.
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Una inmensa marea de argentinos protestó este 24 de enero contra el desmantelamiento del Estado y la libertad de mercado a todo trance que el presidente Milei se propone. Movilización proporcional a su plan de revivir, extremándolo, el capitalismo en bruto que ofreció ríos de leche y miel, pero disparó la desigualdad, la pobreza y la exclusión en la región. Anacrónico mentor del neoliberalismo que despuntó en el Chile de Pinochet, Milei se postró de hinojos en Davos ante la “revolución conservadora” que hasta sectores del gran capital resienten ya. Pero amigos tiene: por él deliran figuras de la caverna como María Fernanda Cabal, enemiga del “buenismo”, pues la gente, dice, quiere autoridad, libertad y orden. No igualdad.

El mundo está en peligro, advirtió apocalíptico, sus valores se encuentran cooptados por una visión que inexorablemente conduce al socialismo. Sin la versatilidad de Hayek, el doctrinero mayor, repite la trampa de meter totalitarismo soviético y socialdemocracia en el mismo saco. Así, toda versión de capitalismo social, redistributivo, le resulta marxista-leninista. Reivindica sin atenuantes la propiedad privada, el mercado libre y el gobierno limitado. La justicia social, dice, es injusta porque es violenta: se financia con impuestos que el Estado cobra mediante coacción. El Estado no es la solución, es el problema. Lo dirá también César Gaviria, paladín del neoliberalismo en Colombia, en su batalla contra la “estatización” de la salud, derecho ciudadano privatizado en su gobierno, que quisiera perpetuar como negocio particular.

Al lado de la privatización de funciones y de empresas del Estado, se le dio preeminencia al sector financiero. Gracias a nuestra Carta del 91, terminó la economía del país en manos de dos grupos financieros gigantes: el GEA y el Grupo Aval. Tal su poder, que en los primeros 20 años del modelo la participación del sector financiero en el PIB pasó de 8,8 % al 22 %. Caso único en el mundo.

La apertura económica, otro puntal del modelo de mercado, desindustrializó. Golpeó dramáticamente la agricultura colombiana, por la radical reducción de aranceles a las importaciones agropecuarias. Se empezó aquí por eliminar las instituciones del sector: Incora, Idema, Caja Agraria. El entonces senador Jorge Robledo verificó que, en los siete primeros años de apertura, las importaciones del sector pasaron de 700.000 toneladas a siete millones. Hasta las hojas de plátano para envolver tamales se compraron en el extranjero. En 30 años, la participación del agro en el PIB cayó del 27 % al 7 %, y en la industria, del 19 % al 11 %.

Con apertura económica indiscriminada y veloz en países que hacían sus primeras armas en industria o avanzaban en su sofisticación se frenó el sector y retrocedió a la producción de bienes primarios: minerales, petróleo, materias primas. Ya proponía Smith condenar a los países pobres a producir esos bienes, y a los ricos, especializarlos en bienes acabados. Mientras en aquellos crece la pobreza, en estos aumenta la riqueza.

Señala el teórico Hernán Fair que, como teoría y proyecto político, el neoliberalismo condensa las ideas-fuerza de la nueva derecha que privilegia el mercado y la iniciativa privada sobre el Estado y lo público. Su odiada antípoda, los proyectos democráticos, igualitarios y distributivos. En doctrina y en práctica, se afirma en los privilegios del capital concentrado y naturaliza niveles inaceptables de pobreza, desempleo, precarización laboral, desigualdad y marginalidad.

Oscuro iluminado, profeta de lo fracasado, rescata Milei del fango el modelo que vende como “moralmente superior” para imponerlo a mazazos. Y se permite, en su fanfarronería, llamar “comunista asesino” al presidente de Colombia.

Cristinadelatorre.com.co

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Gerardo(t22m3)01 de febrero de 2024 - 03:54 p. m.
La calidad de las democracias de América Latina seguirá siendo baja y en consecuencia no contribuirán a mejorar el bienestar colectivo, mientras quienes han detentado el poder político y económico durante generaciones no se liberen del egoísmo, la ambición y la codicia y la gente no se decida a votar libremente, actuar y expresarse.
Edgard(u2qq3)31 de enero de 2024 - 08:31 p. m.
Excelente análisis con cifras que demuestran lo que escribe. Gracias Cristina.
César(54524)31 de enero de 2024 - 12:07 p. m.
Perfecta.
Javier(qfigf)31 de enero de 2024 - 02:35 a. m.
Muy buena síntesis del acontecer político y económico regional y mundial. Esas promesas de Milei, Trump entre otros no son más que aire caliente que inflan el globo hasta que se enfría.
Giana(dy9ie)31 de enero de 2024 - 12:49 a. m.
Excelente, en 7 párrafos todo lo que valía la pena entender quedó entendido, capacidad de sintesis.
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