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Iván Duque, una moral de gelatina

Cristina de la Torre
31 de agosto de 2021 - 05:30 a. m.

Ineptitud, altanería ante los débiles y mansedumbre ante los poderosos, blandura con la corrupción, son rasgos salientes del gobernante que nos tocó en suerte. En virtual legitimación de la torpeza, la incompetencia, el abuso de poder y, acaso, la mala fe de ministros cuya temeridad le cuesta al erario un potosí, se bate Iván Duque a capa y espada por Carrasquilla, por una Abudinen. Debuta en su Gobierno con la indecorosa defensa del titular de Hacienda enriquecido con bonos de agua que estrangularon las finanzas de 117 municipios. Y en el ocaso del mandato cubre de justificaciones y lisonjas a la titular del Mintic —niña predilecta del clan Char— por suscribir un contrato billonario montado sobre documentos y firmas apócrifas con empresarios de dudosa ortografía, y por concederles alegremente un anticipo de $70.000 millones, sin garantías, que fueron a dar a un paraíso fiscal. Pese a las alarmas que había activado mucho antes la periodista Paola Herrera. Hoy está ella amenazada.

Mintic adjudicó el contrato a Centros Poblados, aunque el asesor de esta firma fuera, a la vez, asesor de la ministra (el consejo de ministros desestimó la recusación que obró contra ella), y aunque las denuncias probaron inexperiencia de los contratistas en telecomunicaciones y falta de requisitos legales. Un alud de cuestionamientos pesa ya sobre las empresas de Centros Poblados. Y sobre la personera del contrato que, si no la incrimina penalmente, comporta responsabilidad administrativa y política. Si le quedara todavía pudor, debería renunciar. Como sucede en cualquier democracia que se respete.

Hace tres años denunció Daniel Coronell que, siendo ministro, había impulsado Carrasquilla una ley que le reportaría después $70.000 millones de ganancias en cinco años. Privatizado el servicio de agua en 1994, inversionistas particulares podrían ahora prestar a los municipios para obras de acueducto. Así lo hizo el ya exministro entre 2008 y 2011, pero con tasas de interés extorsivas que ahogarían a los municipios y sin asumir responsabilidad sobre la ejecución de las obras. Quedaron ellos endeudados por 19 años y sin conexión domiciliaria al servicio de acueducto y alcantarillado. Nadó Carrasquilla en sus millones y luego, al primer debate de control político, sobre el salvavidas que el recién posesionado presidente Duque le tendió.

No sorprende la destreza de Duque para embolatar los proyectos que volvían leyes el clamor de casi 12 millones de votantes contra la corrupción en 2018. Proponía el referendo, entre otros, que los corruptos tuvieran que devolver todo el dinero robado, que no se les concediera casa por cárcel ni asignara el Estado contratos a dedo. Tampoco sorprenden los afanes del presidente por modificar ahora la ley de garantías electorales: para poder contratar sin licitación y nombrar ejércitos de activistas en la campaña venidera. Para tomarse por asalto los recursos públicos que queden aún a la mano. Así niega Duque su pronunciamiento de 2017, cuando calificó iniciativa parecida como “asalto a la legalidad y a las garantía electorales”.

En un país donde la corrupción alcanza los $50 billones al año, el 93 % de cuyos ciudadanos piensan que esta empeora día a día (13 puntos más en este Gobierno), mucho ofenden las fogosas incursiones del presidente de la República en defensa de ministros y funcionarios que en su felonía se mueren de la risa porque el jefe supremo los mima y protege. En recuerdo del malogrado referendo, propone David Racero que los delitos de corrupción contra el Estado no prescriban ni haya libertad por vencimiento de términos. Sea. Y ojalá que en 2022 despunte otro país donde las siempre saboteadas reformas política y de justicia conjuren la vergüenza de tener presidentes con moral de gelatina.

Cristinadelatorre.com.co

 

Jesus(47171)02 de septiembre de 2021 - 10:55 p. m.
Iván llegó con sus cuarenta ladrones a saquear el estado,ser pillo paga.
Eduardo(34409)01 de septiembre de 2021 - 04:41 p. m.
El enano político, subpresidente, desfachatado, el tal iván, es un cínico, pobre de espíritu, tienen más capacidad los atletas colombianos que reprersentan a Colombia en los juegos paralímpicos. Se burla de Colombia entera con absoluto desparpajo, premia al corrupto del Carrasquilla quien no ha explicado su pasado corrupto con los bonos de agua y los papeles de Panamá.
Jorge(98559)01 de septiembre de 2021 - 02:25 p. m.
Tantas desgracias juntas que uno ya no sabe que hacer. Esperemos que en el 2022 el pueblo colombiano tome una sabia decisión y no vuelva a elegir petardos, especialmente si es el señalado por Uribe, pues ha sido de lo peor que hemos tenido en este sufrido país, inclusive por encima de Pastrana y Turbay. El cinismo e hipocresía de Duque raya en lo absurdo.
Didier(12213)01 de septiembre de 2021 - 12:07 p. m.
Y que le espera a BanRepublica con este sujeto? Pues colocará la maquinita de hacer billete, pues billete es lo que necesitan para las próximas elecciones. El negocio, socio...
Fabio(78069)01 de septiembre de 2021 - 09:49 a. m.
Este es la peor BASURA HUMANA COMO PRESIDENTE
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