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Nuestro sino de muerte al contradictor

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Cristina de la Torre
19 de agosto de 2025 - 05:07 a. m.
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Humberto de la Calle canta verdades del corazón de los colombianos: “No más, carajo, no más!”-exclama. “¿O sea que deseamos que el odio sea nuestra canción de cuna? No, señor Uribe. No puede condenar a un expresidente porque asiste a las honras fúnebres de un joven político. Razón tiene Petro cuando se duele por ser acusado de manera injusta de ser el autor del magnicidio. Pero eso no lo exime de pedir perdón por sus tres años destruyendo desde el frontispicio de la jefatura del Estado la honra de sus opositores, dibujando una sombría historia de Colombia al amaño de su consigna de linchar a quienes discrepan”.

Y con Sergio Jaramillo se hace eco del repudio al alevoso asesinato de Miguel Uribe, figura saliente de la oposición. Su muerte, dicen en misiva común, es un durísimo golpe al Acuerdo de Paz, a su propósito de romper el vínculo entre política y armas; de dar garantías al ejercicio de la política, en particular a la oposición, pieza medular de la democracia. La actitud del presidente Petro frente a ese derecho habría sido la misma que ha ostentado ante el Acuerdo: desdén, indiferencia, desprecio. En vez de implementarlo, empodera a bandas y disidencias, se sienta con ellas sin propósito ni método claros y sin un marco legal. Si resultaran las disidencias autoras del crimen, veríamos la dimensión de esta terrible equivocación.

Dirá Jaramillo a Semana que, pese a haber sido cabeza de la oposición del Centro Democrático en el Congreso, el Gobierno no protegió a Miguel Uribe; en un escenario degradado por el debilitamiento de las instituciones, por negociaciones mal concebidas que empoderan a las bandas y por una retórica extremista, con la cual califica Petro a sus contradictores de “asesinos” y Uribe a los suyos de “neocomunistas”. La política de Petro de Paz Total no sólo abandonó el Acuerdo sino que ofreció a los armados incentivos perversos, como el de ejecutar “acuerdos parciales” mientras se negocia, en cuya virtud podrá la contraparte presentar proyectos del Gobierno como propios. Se configuraría así un virtual cogobierno armado.

Si en el Gobierno llueve, en la otra orilla no escampa. En extravagante negación de los hechos, afirmó el Centro Democrático que “en la historia reciente de Colombia jamás un presidente había alentado la violencia desde el poder como ocurre hoy”. Si a este Gobierno le cabe responsabilidad en un contexto de violencia multicausal, más pesaría sobre otros por persecución o por asesinato de miles de opositores: el Frente Nacional se preció de frenar el mutuo aniquilamiento de liberales y conservadores, para apuntar ahora contra todo aquel que objetara el abusivo monopolio de poder bipartidista; prohibió la oposición e instauró el delito de opinión. Asimiló contradictor a enemigo interno bajo el manto de la Guerra Fría, lo tuvo a menudo por terrorista, candidato a asedio o a disparo profiláctico. En la Seguridad Democrática se alternaron motes de terrorista y “guerrillero vestido de civil”, y a menudo se mezcló la acción contrainsurgente del Estado con el asesinato de civiles: los falsos positivos fueron 6.402. Desde sus primeras armas, con frecuencia de consuno con las autoridades, libraba el narcoparamilitarismo su propia limpieza de comunistas: con las Convivir en auge, se exterminó a un partido político, 6.000 miembros de la Unión Patriótica. En los últimos nueve años se ha ultimado a miles de líderes sociales, 439 en tres años de este Gobierno, ciego al Acuerdo que encararía las causas de la violencia. Tan desentendido como el de Duque, que se cobra el triunfo macabro de haber hecho trizas la paz.

Es hora de franquear civilizadamente las diferencias y la verdad. Sin ese presupuesto, se esfumará el clamor por unir voluntades para defender la vida, la libertad, la justicia, la convivencia en paz. Es el camino para derrotar nuestro sino de muerte al contradictor.

Cristinadelatorre.com.co

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Arkanos(kwupp)26 de agosto de 2025 - 04:51 a. m.
La sangría criolla 🩸comenzó instigada por el repugnante Monstruo Laureano y no para todavía, por cuenta de otro godo peor:el convicto narco-paraculebrero Matarife.🐀 Toda una necedad ciega y caprichosa afirmar que Petro no ha cumplido con la implementación de los Acuerdos de la Habana. Pese a la desfinanciación del Nobel, hasta ahora, es el único que ha entregado el 20% de la tierra acordada. ¿Será que atacando alCapitán, avanza el barco?🤔 El Proyecto Progresista continua firme hasta 2050 🇨🇴
Germán Cifuentes(4040)21 de agosto de 2025 - 09:48 p. m.
Este gobierno ha sido nefasto en todos los sentidos, los escándalos relacionados con la corrupción son el pan de cada día, Duque, que había sido, junto con Andrés Pastrana, ahora relacionado con el pedófilo de Epstein, los peores presidentes del país, preparó el camino para Petro y este lo está haciendo para el retorno del mayor criminal que ha tenido Colombia. Petro hundió las posibilidades de la izquierda democrática de mantenerse en el poder y de mantener lejos a los seguidores de Uribe.
Daga(46837)20 de agosto de 2025 - 11:51 p. m.
Que raro artículo, asegura rumores como hechos reales, así no Cristina, así no
Javier Roldán(d4acu)20 de agosto de 2025 - 02:48 a. m.
Se esta torciendo Cristina de la torre que lastima.
  • Olegario (51538)20 de agosto de 2025 - 03:40 a. m.
    Cuál "torciendo"? El que una persona como doña Cristina y muchas otras tengamos la capacidad de poner en ejecución nuestro sentido crítico, que no seamos borregos, fanáticos, de ningún político o ideología nos convierte en "torcidos"? Torcido usted, triste fanático petrista,
Lalo Parrarro(70277)20 de agosto de 2025 - 01:30 a. m.
Tener como fuentes autorizadas a De la Calle y Jaramillo para denostar del gobierno muestra hasta qué punto avanza De la Torre por el camino sinuoso de un centro cobarde e hipócrita, que le hace el juego a la derecha y posa de puro y redentor. Establecer equivalencias entre Petro y Uribe es pérfido.
  • Arkanos(kwupp)26 de agosto de 2025 - 08:11 a. m.
    Petro es la pomada, el narco-paraculebrero Matarife es la 💩🐀
  • JORGE SÁNCHEZ(10451)20 de agosto de 2025 - 04:23 a. m.
    A diferencia de Uribe, Petro no tiene ni una sola investigación penal pendiente, así que no, no son lo mismo.
  • Olegario (51538)20 de agosto de 2025 - 03:41 a. m.
    Uribe y Petro son la misma basura sectaria y radical, y usted no es mejor que ningún uribista, un tipo escudado detrás de un pseudónimo que de frente apoya la violencia y la criminalidad siempre que sean zurdas.
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