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¿Quién le teme a la JEP?

Cristina de la Torre
27 de julio de 2021 - 05:30 a. m.

Mientras el presidente vuelve hilachas la paz y se ríe de la democracia, la JEP dignifica la justicia. El primero marca en su hilarante discurso del 20 de julio otro hito en el rosario de asonadas que ha tendido Uribe contra la verdad judicial y la verdad histórica. La segunda emplaza a todos los grandes responsables del holocausto que cobró la vida de 280.000 inocentes, desapareció a 180.000 y arrojó ocho millones de víctimas. Ante ella comparecen lo mismo guerrilleros que paramilitares, empresarios, políticos y militares. En macrocasos de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por sistema, en masa, como política de organización, busca la JEP a los responsables máximos por cadena de mando. Así en el caso de secuestro contra la cúpula de las Farc, de falsos positivos contra comandantes de brigadas militares y ahora imputará a exgobernadores de Sucre asociados con el paramilitarismo que habría signado el ejercicio todo de la administración pública en Sincelejo y en ese departamento. Pero Duque sólo contempla a la JEP para intentar destruirla, o cuando ésta sindica a las Farc; ignora pudibundo los autos que tocan sus afectos.

En bufonada digna de otros frenéticos al mando en la historia de América Latina, corona Duque de laureles a los jefes del Ejército y la Policía, que no responden todavía por los 80 asesinados en las calles durante el paro. Denuesta en su discurso la mentira, pero miente sin dolor: dizque “nuestra Fuerza Pública está sujeta a los más altos estándares” de derechos humanos. Ovación de una mayoría parlamentaria en cuya imagen se deleitan las cámaras del régimen, que se cuida de blanquear a la oposición en el recinto y su imprecación de “¡asesinos!”. Es primera vez en la historia de Colombia que se niega el ingreso de la prensa al Capitolio. Como si con ello se pudieran ocultar la charada y la equívoca elección de dignatarios rodeados de circunstancias non sanctas.

Para escándalo del mundo, en el primero de seis procesos por falsos positivos documentó la JEP 6.402 casos en el Gobierno de Uribe. El 3 de julio imputó a militares de brigada del Catatumbo por 120 casos, en virtud de una política institucional de conteo de cuerpos e incentivos que implicaba a todos los niveles del mando: en la Brigada Móvil 15 se montó una organización criminal entre miembros del Estado Mayor, de Inteligencia, de Batallones y Compañías.

Una segunda imputación recae sobre el comandante del Batallón La Popa de Valledupar, coronel Mejía, quien implantó allí “una organización criminal jerarquizada” para asesinar a 75 personas. También se le imputan decenas de desapariciones forzadas y asociación con el paramilitarismo, valiéndose “de sus posiciones de mando (y de) las facultades legales (del Ejército) para idear, planear, organizar, ejecutar y encubrir los crímenes”.

Salvador Arana, exgobernador de Sucre condenado por el asesinato del alcalde de El Roble, ha empezado a involucrar al notablato político y empresarial en pleno de su departamento; y se confiesa cofundador del bloque de las Autodefensas de Montes de María, al lado del “gordo” García, gobernador también que fuera de Sucre y condenado a 40 años por la masacre de Macayepo.

El tribunal imputó a las Farc por secuestro masivo, toma de rehenes, homicidio, tortura, desaparición y violencia sexual, en acatamiento de “una política trazada por el alto mando de la organización guerrillera”.

Si la JEP mide a todos con la misma vara, ¿quién le teme? ¿El que aspira a salvar su pellejo, militar o expresidente? Duque cubre de gloria al mando militar: acaso responde a la tesis del columnista Santiago Villa, para quien “cada transgresión por parte de militares y policías que el uribismo protege es un eslabón más hacia la politización de las Fuerzas Armadas a favor del proyecto de la ultraderecha colombiana”.

Cristinadelatorre.com.co

 

Alberto(3788)27 de julio de 2021 - 11:24 p. m.
Naturalmente que quien más le teme es alias varito, matarife, y de ahí hacia abajo, los lafauries de todas las pelambres. Y en esa sesión del congreso en un acto inédito, el tenebroso régimen Prohibió la entrada de la prensa, idéntico a Ortega y Maduro. Muy buena columna, gracias, Cristina de la Torre.
Celyceron(11609)27 de julio de 2021 - 09:43 p. m.
Gracias a la JEP, hemos logrado conocer el verdadero papel de los altos mandos militares en las masacres, desapariciones y ejecución de civiles, falsos positivos. Y gracias a ella, muchos implicados han decidido contar quienes eran sus aliados y financiadores.
ERWIN(18151)27 de julio de 2021 - 08:21 p. m.
alogun dia dimensionaremos el daño que le hizo el matarife a Colombia ..la historia lo dira ..tanta maldad ,en un ser humano es increible ..es un miserable ..el demonio hecho hombre ..asesinar tanta gente inocente.."rios de sangre"decia el "sanguinario"montoya,queria el matarife
Fernando(70558)28 de julio de 2021 - 03:53 a. m.
Lo mas grande de la "revolución" que pretendía las FARC EP desde su nacimiento, lo está consiguiendo después de la dejación de armas. Con el "Acuerdo de Paz" quedó plasmado un programa político de luchas que hoy enarbolamos millones de colombianos, contra el querer de las castas que nos han gobernado y contra el actual Estado mafioso, inclusive contra el mismo querer de Santos.
Antonio(sa3gs)27 de julio de 2021 - 08:02 p. m.
Totalmente de acuerdo con su columna .
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