Ya en una columna pasada había destacado el salto democrático que implicaba que la derecha colombiana usara la movilización social como derecho fundamental. Si algo positivo saca el país de las marchas y las contramarchas es el reconocimiento universal de la protesta como herramienta de participación ciudadana. Dicho esto, la reciente salida de la derecha, aunque más nutrida y organizada que la anterior, deja una estela de consignas peligrosas que hay que agarrar con pinzas si lo que se pretende es la preservación de la democracia.
A pesar...
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