Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              05 de julio de 2017 - 09:00 p. m.

                                                                                                                              Rafael Alberti

                                                                                                                              Escribo esta columna para celebrar los 90 años de la Generación del 27, y con ella a unos de sus más aclamados poetas.

                                                                                                                              Era como un muchacho que no acababa de crecer este Rafael Alberti.

                                                                                                                              A lo mejor en esa intensidad de vida que fue la suya, ni cuenta se daba del paso de los años que sumados estaban ya por llegar a los veinte lustros; a los cien años.

                                                                                                                              A la centuria.

                                                                                                                              Y si uno de estos días no amanece impaciente, vivo hubiese pasado con nosotros al segundo milenio.

                                                                                                                              Que era a lo que aspiraba ese andaluz nacido “en una inesperada noche de tormenta”, en el puerto de Santa María, desembocadura del río del Olvido.

                                                                                                                              Primero quiso ser pintor y no pocos desvelos tuvo por alcanzar la gloria de los lienzos, la paternidad del paisaje, la precisión cromática de los pinceles, el aire de los atardeceres de su Andalucía.

                                                                                                                              Lo suyo era, desde siempre y por siempre, la poesía: quizá porque en ella le cabía el mar, el trueno y sus rugidos; su eterno devenir, la luz de sus espumas, el viento y su sal.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Y no fue pintor. Ni Ignacio Sánchez Mejía, a pesar de que alcanzó a debutar de naranja y negro, en Pontevedra, pudo embocarlo por los capotes, la muleta y las espadas.

                                                                                                                              Paradójicamente fue Sánchez Mejía, ese al que un aire de roma andaluza / le doraba la cabeza, el que terminó, influenciado por Alberti y Federico García Lorca, de autor dramático y de animador y empresario de una compañía de bailes españoles.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Entre tanto, nuestro muchacho andaluz, nieto de grandes burgueses, por cuya sangre corría en torrentes el vino y el mar, se daba en alcanzar la gloria a punta de versos y en la buena compañía de esa que más tarde la historia daría en registrar como Generación del 27.

                                                                                                                              Quizá la más homogénea manifestación de las letras en España en el siglo veinte, en cuyo seno se agitaron las ideas que después irían a tener su bautizo de fuego en la Guerra Civil, que a unos desterró y a otros enterró.

                                                                                                                              Alberti, entre los primeros, García Lorca, entre los últimos; vale decir, entre los que partieron al exilio y los que murieron fusilados por Franco.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Y en la cual abrevaron otros que la alimentaron y avivaron con su presencia, sus ideas, su arte y su compromiso revolucionario, tanto en lo artístico como en lo filosófico, humanístico y político, desde los tiempos germinales de la Residencia de Estudiantes, en la cual García Lorca, en 1928, era considerado ya el “poeta oficial de la Residencia”.

                                                                                                                              Con decir que junto a Rafael  Alberti, quien nunca vivió en ella, en la Residencia de Estudiantes, profesaron fe en uno y otro altar, además de Federico García Lorca, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, José Bergamín y Juan Chabáz, a quienes los diarios madrileños de la época no dudaron en llamar la brillante pléyade.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Es así, entonces, que junto a los literatos madrileños de vanguardia, hay que registrar la fraternal presencia en la Generación del 27, de Salvador Dalí, Luis Buñuel, Antonio Machado, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Pedro Salinas, y ese animador y entusiasta promotor de Alberti, Juan Ramón Jiménez, el lírico inmortal de Platero y yo.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              De todos, fue Rafael Alberti, aquel muchacho que no cansaba de crecer, el último de una generación que resistió hasta el desafío al sonoro canto de la muerte, quizá por estar entretenido jugando con el mar, con la mar:

                                                                                                                              El mar. La mar.

                                                                                                                              El mar. ¡Sólo la mar!

                                                                                                                               

                                                                                                                              ¿Por qué me trajiste, padre,

                                                                                                                              a la ciudad?

                                                                                                                               

                                                                                                                              ¿Por qué me desenterraste

                                                                                                                              del mar?

                                                                                                                               

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              En sueños, la marejada

                                                                                                                              me tira del corazón.

                                                                                                                              Se lo quisiera llevar.

                                                                                                                               

                                                                                                                              Padre, ¿por qué me trajiste

                                                                                                                              acá?

                                                                                                                              Poeta

                                                                                                                              @CristoGarciaTap

                                                                                                                              Escribo esta columna para celebrar los 90 años de la Generación del 27, y con ella a unos de sus más aclamados poetas.

                                                                                                                              Era como un muchacho que no acababa de crecer este Rafael Alberti.

                                                                                                                              A lo mejor en esa intensidad de vida que fue la suya, ni cuenta se daba del paso de los años que sumados estaban ya por llegar a los veinte lustros; a los cien años.

                                                                                                                              A la centuria.

                                                                                                                              Y si uno de estos días no amanece impaciente, vivo hubiese pasado con nosotros al segundo milenio.

                                                                                                                              Que era a lo que aspiraba ese andaluz nacido “en una inesperada noche de tormenta”, en el puerto de Santa María, desembocadura del río del Olvido.

                                                                                                                              Primero quiso ser pintor y no pocos desvelos tuvo por alcanzar la gloria de los lienzos, la paternidad del paisaje, la precisión cromática de los pinceles, el aire de los atardeceres de su Andalucía.

                                                                                                                              Lo suyo era, desde siempre y por siempre, la poesía: quizá porque en ella le cabía el mar, el trueno y sus rugidos; su eterno devenir, la luz de sus espumas, el viento y su sal.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Y no fue pintor. Ni Ignacio Sánchez Mejía, a pesar de que alcanzó a debutar de naranja y negro, en Pontevedra, pudo embocarlo por los capotes, la muleta y las espadas.

                                                                                                                              Paradójicamente fue Sánchez Mejía, ese al que un aire de roma andaluza / le doraba la cabeza, el que terminó, influenciado por Alberti y Federico García Lorca, de autor dramático y de animador y empresario de una compañía de bailes españoles.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Entre tanto, nuestro muchacho andaluz, nieto de grandes burgueses, por cuya sangre corría en torrentes el vino y el mar, se daba en alcanzar la gloria a punta de versos y en la buena compañía de esa que más tarde la historia daría en registrar como Generación del 27.

                                                                                                                              Quizá la más homogénea manifestación de las letras en España en el siglo veinte, en cuyo seno se agitaron las ideas que después irían a tener su bautizo de fuego en la Guerra Civil, que a unos desterró y a otros enterró.

                                                                                                                              Alberti, entre los primeros, García Lorca, entre los últimos; vale decir, entre los que partieron al exilio y los que murieron fusilados por Franco.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Y en la cual abrevaron otros que la alimentaron y avivaron con su presencia, sus ideas, su arte y su compromiso revolucionario, tanto en lo artístico como en lo filosófico, humanístico y político, desde los tiempos germinales de la Residencia de Estudiantes, en la cual García Lorca, en 1928, era considerado ya el “poeta oficial de la Residencia”.

                                                                                                                              Con decir que junto a Rafael  Alberti, quien nunca vivió en ella, en la Residencia de Estudiantes, profesaron fe en uno y otro altar, además de Federico García Lorca, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, José Bergamín y Juan Chabáz, a quienes los diarios madrileños de la época no dudaron en llamar la brillante pléyade.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Es así, entonces, que junto a los literatos madrileños de vanguardia, hay que registrar la fraternal presencia en la Generación del 27, de Salvador Dalí, Luis Buñuel, Antonio Machado, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Pedro Salinas, y ese animador y entusiasta promotor de Alberti, Juan Ramón Jiménez, el lírico inmortal de Platero y yo.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              De todos, fue Rafael Alberti, aquel muchacho que no cansaba de crecer, el último de una generación que resistió hasta el desafío al sonoro canto de la muerte, quizá por estar entretenido jugando con el mar, con la mar:

                                                                                                                              El mar. La mar.

                                                                                                                              El mar. ¡Sólo la mar!

                                                                                                                               

                                                                                                                              ¿Por qué me trajiste, padre,

                                                                                                                              a la ciudad?

                                                                                                                               

                                                                                                                              ¿Por qué me desenterraste

                                                                                                                              del mar?

                                                                                                                               

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              En sueños, la marejada

                                                                                                                              me tira del corazón.

                                                                                                                              Se lo quisiera llevar.

                                                                                                                               

                                                                                                                              Padre, ¿por qué me trajiste

                                                                                                                              acá?

                                                                                                                              Poeta

                                                                                                                              @CristoGarciaTap

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar