Publicidad

Distrito Federal

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
D. Buenavida
04 de diciembre de 2011 - 01:00 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La comida mexicana se caracteriza por su riqueza en platos y preparaciones.

Me atrevo a afirmar que una carta de comida mexicana podría contar fácilmente con un par de cientos de platos. Cada estado o región cuenta con platos propios bien diferenciados. Los pilares que sostienen esta sublime arquitectura son el maíz, los fríjoles, la gran variedad de chiles y los tomates. Todos aportes indígenas a la gran gastronomía mexicana. Por supuesto, Europa hizo importantes aportes, como el cerdo, que ocupa un lugar importante en la culinaria mexicana, la carne de vacuno, el arroz que viene de Asia después de pasar por España y muchas otras imposibles de mencionar en esta columna. Además, la culinaria es parte importante de la cultura mexicana y sus ritos. En fin, por algo fue declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco. Nada de eso encontramos en el Distrito Federal.

Conociendo lo anterior, y después de muchas buenas experiencias gastronómicas en México, me entusiasmé cuando supe de un restaurante mexicano, nuevo en Bogotá, llamado Distrito Federal. A través de internet me documenté con reportes muy prometedores (hay que cuidarse mucho de estas presentaciones). Llegué al sitio, muy bien presentado, en el Centro 93. Mi entusiasmo se empezó a bajar cuando me dijeron que la dueña y chef era una señora colombiana que había vivido dos años en México.

La carta estaba dividida en siete secciones, contando postres y bebidas. Una ofrece “sopa azteca” como su principal recomendación, que es una sopa de tortillas, y acompañamientos de totopos y guacamole, ceviche de camarones, fríjoles refritos con epazote (yerba aromática muy sabrosa). Precios entre $6.000 y $12.000.

El menú está armado con tinga de pollo, tinga de res, arracheras de carne de res (fajitas de res asadas a la plancha), camarones y carnitas. Eran la base para construir todo el menú en forma de tostadas, quesadillas, burrito, alambres (son chuzos) de carne, queso y cebolla y tacos. Todo acompañado con fríjoles refritos y algo de vegetales y seis salsas. Los precios de estos platos principales estaban entre $9.000 y $12.000.

Empezamos con unas margaritas apenas aceptables. Seguimos con la sopa azteca, muy sustanciosa y sabrosa. Seguimos con quesadillas asadas en el comal; para mí, sin pena ni gloria. Torta de carnitas que son sándwiches con carnitas de cerdo y fríjoles refritos. Un mazacote ordinario sin mayores atractivos. Tacos de tinga (salsa norteña) de res con tortillas de maíz, por supuesto: estaban aceptables y las salsas les iban bien. Los postres mexicanos tan famosos brillaban por su ausencia. Es un sitio con una comida muy sencilla y barata, pero no espere una buena muestra de la comida mexicana.

Las expectativas creadas superaron ampliamente la realidad culinaria. Cuenta con mayores habilidades publicitarias que culinarias.

Calle 93 Nº 14-11.

secomebienaqui@gmail.com

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.