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El Árabe es un restaurante nuevo en Bogotá, con muchos años en Cartagena y unos pocos en Barranquilla. La comida árabe es de prestancia internacional.
Traída a Colombia por los inmigrantes libaneses y de otros países del Medio Oriente que llegaron a fines del siglo 19 y principios del 20, se arraigó tanto en la Costa Atlántica colombiana que es hoy un aporte importante a la cultura culinaria de la costa. Desde hace 70 años el quibbe frito zepelín compite en las plazas de mercado con la “costeñisima” carimañola. Estamos familiarizados con el quibbe, la leche cortada, el tahine de garbanzo y de berenjena, las hojas de parra, los indios, que ya han tomado nombre criollo, el marmoou, el shawarma, el falafel, el fatush , las berenjenas rellenas y en todas su formas, que es uno de los importantes aportes de la comida libanesa y del Mediterráneo oriental a la cocina de la costa. También estamos familiarizados con el arroz de almendra, el kebab, las albóndigas de carne, la musaka, las palomas rellenas, el burgol (trigo cocido y seco). Tampoco nos son extraños los dulces árabes elaborados con gran trabajo y frutas secas, almendras, pistachos, nueces, dátiles, miel de abeja y agua de rosas.
Partimos, pues, de que estamos familiarizados con la cocina árabe y llegamos con entusiasmo a gozar de una buena comida libanesa. Pero, la misma receta puede resultar en un plato maravilloso, o en un plato mal interpretado y ejecutado.
Veamos qué nos ofrece El Árabe. Trece entradas alrededor de $20.000 . Aquí encontramos labneh, shankleesh, hojas de repollo y parra, berenjenas asadas con pasta de ajonjolí, ajo y limón, tres sopas, tres ensaladas, catorce platos fuertes de $27.000: berenjenas y calabazas rellenas, carnes a la parrilla, pollo y pescado.
Partimos con lappe: Yogur libanés con piñones, ajo y tostadas. Estaba refrescante e iba bien como inicio. Hasta aquí, contentos. Pedimos berenjenas rellenas con arroz, piñones, carne molida, albahaca y hierbabuena bañada en salsa de tomate. El plato era desabrido, sin mayores sorpresas, hubo desilusión. Seguimos con Shawarma de carne, láminas de carne con lechuga picada y otros vegetales y una salsa con lácteos, probablemente yogur. Demasiado ácido para mi gusto, burdamente elaborado, sin ningún atractivo. Los esperados dulces árabes no llegaron. En la carta sólo ofrecían un postre árabe: “baklavas y polvorosas”, el resto no era árabe. A la larga sólo llegó el baklava, porque la polvorosa, aunque ofrecida, no la había. El baklava con pasta filo y pistachos molidos estaba un poco seco y bastante desabrido. Decepcionante. La variedad de dulces refinados que esperábamos no se encuentra en la carta.
No es la cocina árabe que nos gusta. No nos satisfizo. Estuvo por debajo de nuestras expectativas.
Calle 69ª Nº 6-41. Tel. 310 5209 - 3105102.
