Hay un nuevo restaurante en Usaquén de los empresarios dueños de Central, 80 Sillas, Sipote Burrito y Osaki. El nombre Horacio Barbato es el de un cónsul romano famoso. El sitio es grande, con un bello patio compartido con Osaki y tiene la cocina abierta con horno grande de ladrillo.
Examinando la carta encontramos que no es una propuesta de alta cocina, es más bien culinaria sencilla con platos comunes que, bien hechos, pueden ser un éxito. Hay un plato muy tradicional de la cocina inglesa, el “shepherd’s pie”, tres pastas rellenas, tres carnes asadas al horno y salteadas, pollo y pescado al horno de leña, un “lechón” que sólo sirven los fines de semana, una hamburguesa y un sándwich, chuletas de cordero, caldereta marinera, arroz caldoso, entre otros. Son 19 platos fuertes que no se destacan por su creatividad, con precios entre $22.000 y $45.000. Hay catorce entradas con platos italianos, españoles y un paté estilo de la casa, con precios entre $14.000 y $17.000. Tres “brusquetas” y tres cazuelitas al horno ofrecidas con “ciabatta”. En postres, como oferta interesante, aparecen los “puddings” ingleses. Recordemos que el chef es inglés o irlandés, Andrew Blakburn, el mismo de 80 Sillas con el mismo horno.
Nos recibieron con lo que presentan como muffins de maíz, que aunque sabrosos, no son del todo muffins. Aunque estén hechos al horno, parecen envueltos de mazorca.
Iniciamos con ensalada de ricotta con remolacha rostizada, cebolla, naranja tangelo y nueces. El plato es sabroso y bien presentado, yo hubiera preferido las remolachas menos calientes pero nos gustó. Al lado pusimos un paté de la casa servido con cebolla caramelizada y ciabatta. La consistencia del paté era muy cremosa, parecía más un mousse de hígado de pollo. Nos juraron que no tenía crema batida, iba bien con la cebolla caramelizada, pero no es sobresaliente. La ciabatta estaba rica. De platos fuertes pedimos el “Arroz caldoso” y “Punta de Anca al Sartén” con peras caramelizadas. El arroz con pimentón, tomate, cebolla, langostinos y pollo terminado al horno estuvo mal, el pollo y los langostinos desabridos, no lo recomiendo. La punta de anca, en cambio, estaba muy bien lograda, con sellado y asado perfecto, en su punto, un poco dura, pero muy sabrosa. La pera caramelizada acompañaba muy bien, un puré de papa bueno. En fin, un buen logro. Con los postres nos fuimos, con muchas expectativas y entusiasmos por el “pudding” de dátiles. La decepción fue grande, el chef no aprendió a hacer los muffins ni los puddings en su tierra. La experiencia en Horacio fue con buenos y malos.
Calle 118 Nº 6A-37. Tels. 213 3586 - 612 4840.secomebienaqui@gmail.com
Hay un nuevo restaurante en Usaquén de los empresarios dueños de Central, 80 Sillas, Sipote Burrito y Osaki. El nombre Horacio Barbato es el de un cónsul romano famoso. El sitio es grande, con un bello patio compartido con Osaki y tiene la cocina abierta con horno grande de ladrillo.
Examinando la carta encontramos que no es una propuesta de alta cocina, es más bien culinaria sencilla con platos comunes que, bien hechos, pueden ser un éxito. Hay un plato muy tradicional de la cocina inglesa, el “shepherd’s pie”, tres pastas rellenas, tres carnes asadas al horno y salteadas, pollo y pescado al horno de leña, un “lechón” que sólo sirven los fines de semana, una hamburguesa y un sándwich, chuletas de cordero, caldereta marinera, arroz caldoso, entre otros. Son 19 platos fuertes que no se destacan por su creatividad, con precios entre $22.000 y $45.000. Hay catorce entradas con platos italianos, españoles y un paté estilo de la casa, con precios entre $14.000 y $17.000. Tres “brusquetas” y tres cazuelitas al horno ofrecidas con “ciabatta”. En postres, como oferta interesante, aparecen los “puddings” ingleses. Recordemos que el chef es inglés o irlandés, Andrew Blakburn, el mismo de 80 Sillas con el mismo horno.
Nos recibieron con lo que presentan como muffins de maíz, que aunque sabrosos, no son del todo muffins. Aunque estén hechos al horno, parecen envueltos de mazorca.
Iniciamos con ensalada de ricotta con remolacha rostizada, cebolla, naranja tangelo y nueces. El plato es sabroso y bien presentado, yo hubiera preferido las remolachas menos calientes pero nos gustó. Al lado pusimos un paté de la casa servido con cebolla caramelizada y ciabatta. La consistencia del paté era muy cremosa, parecía más un mousse de hígado de pollo. Nos juraron que no tenía crema batida, iba bien con la cebolla caramelizada, pero no es sobresaliente. La ciabatta estaba rica. De platos fuertes pedimos el “Arroz caldoso” y “Punta de Anca al Sartén” con peras caramelizadas. El arroz con pimentón, tomate, cebolla, langostinos y pollo terminado al horno estuvo mal, el pollo y los langostinos desabridos, no lo recomiendo. La punta de anca, en cambio, estaba muy bien lograda, con sellado y asado perfecto, en su punto, un poco dura, pero muy sabrosa. La pera caramelizada acompañaba muy bien, un puré de papa bueno. En fin, un buen logro. Con los postres nos fuimos, con muchas expectativas y entusiasmos por el “pudding” de dátiles. La decepción fue grande, el chef no aprendió a hacer los muffins ni los puddings en su tierra. La experiencia en Horacio fue con buenos y malos.
Calle 118 Nº 6A-37. Tels. 213 3586 - 612 4840.secomebienaqui@gmail.com