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En buena hora siguen llegando restaurantes peruanos a Bogotá. En diciembre, para el último cambio de año, llego la Rosa Náutica de Lima, con un bagaje de 27 años en esa ciudad. El montaje, de primera.
Vinieron para entrenar a los colombianos nueve personas del restaurante de Lima, más el chef que va y viene. El ambiente es agradable y la atención excelente. Estos antecedentes me crean expectativas altas sobre la cocina que debo encontrar. La carta ofrece para iniciar “Nuestras rondas”, equivalentes a nuestras picadas, cinco frías y cinco calientes para escoger cuatro de diez platillos ofrecidos; el precio por persona es de $35.000. Son platillos de mariscos: cebiches, ensalada de marisco, langostinos en camisa crocante, pulpo al olivo y otras delicias muy sugestivas. Hay entradas, unas bajo el título “las frescas y las otras” $22.000 y 30.000 y “entradas calientes” al mismo precio con chicharrones, causas y otras ricuras peruanas. Ensaladas de alrededor de $20.000. “Las resucitadoras” son sopas clásicas de la cocina peruana, empezando por el chupe y la parihuela. Ocho pastas y arroces, desde $24.000 hasta $38.000. En “De nuestro mar” tenemos cuatro corvinas de $37.000 hasta $56.000, que es una corvina con todo. “Los clásicos” con precios de hasta $59.000. “Carnes de pluma”, o sea pollo y pato. Lo saltados con el tradicional lomo al pisco, que siempre es bueno, pero servido con arroz blanco y huevo frito encima y papa a la francesa, lo cual no me cuadró, por lo menos a esa hora. Encontramos un cordero a la leña que parece una buena opción. La carta apunta un poco a impresionar con descripciones y nombres ampulosos. Que, como he experimentado muchas veces, pretende sustituir la cocina con literatura. La carta y el restaurante son marineros, como su nombre lo indica, y decidimos navegar en el mar.
De entrada pedimos las “rondas”: “Chicharrón de calamar” en salsa tártara, son los calamares a la romana de los restaurante italianos. Bien fritos y la salsa tártara aceptable. Pulpo en salsa de olivo, con salsa un poco empalagosa y sin mayores atractivos; “Scalops (vieiras) a la parmesana”, son las deliciosas conchitas a la parmesana de la “Herradura” limeña, estaban deliciosas. “Langostinos en camisa crocante con salsa oriental al estilo miso”.
De plato fuerte pedimos “Corvina Rosa Náutica”, que es la especialidad dentro de su larga oferta de mar, “envuelta en un crout de hojaldre con vieras y langostinos en salsa al pernot sobre puré de papas criollas”. La presentación del plato un poco artificiosa, era una concha de mar inmensa cubierta con el hojaldre abombado. La salsa sabrosa, las vieiras excelentes, pero la corvina gravemente maltratada, estaba reseca y parecía estopa, fruto esto de mala preservación o frescura y mala cocción. Arroz con mariscos “Rosa Náutica”, “estofado con ajíes en su jugo, morrones y langostinos”, aceptable, pero un poco empalagoso. El postre fue crepes suzettes en salsa mandarina, sin pena ni gloria, demasiado almibarado.
En definitiva no es una culinaria sobresaliente y esmerada como la que esperaba.
Calle 70ª Nº 5-67. Tel. 347 6649.
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