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Es un pequeñito restaurante, o más bien una cocina con unas cuantas mesas, que atiende el chef francés Thierry y dos ayudantes, en el quinto piso de un edificio del "Lago".
El arreglo es modesto y sencillo, lo mismo que la atención. Se abrió hace menos de un mes, aunque el chef tiene 15 años de vivir en Colombia. El sitio maneja una oferta pequeña de platos de la cocina “clásica” francesa, conocida en Colombia desde hace sesenta años y todavía recordada en Francia.
La carta cambia cada día, nos tocó una con cuatro entradas con precios entre $10.000 y $15.000. Donde, por supuesto, no faltó la “sopa de cebolla” y el “paté de la casa”. Cinco platos fuertes de $29.000 con “salmón finas hierbas”, “pollo provenzal” y “lomo de res a la pimienta”. Seis postres de entre $5.000 y $10.000, incluyendo Buche de Noel, para la ocasión navideña. Estaban los “profiteroles” de rigor y un “mousse de café”. Un vino de la casa de calidad aceptable, servido en copa, cuarto de botella, media botella y botella. O sea, un modesto comedor de barrio francés.
Nos recibieron con un pan francés bueno con mantequilla con hierbas, un poco de paté y un pedacito de crepé con pollo, una cortesía de la casa que no merecía elogios.
Iniciamos con una sopa de cebolla y un paté de la casa. La sopa de cebolla estaba bien, pero no daba para un mayor entusiasmo. Para mi gusto le faltó caramelización a la cebolla y requería un queso más apropiado que el quesito nacional usado. El paté de la casa estaba muy deficiente, desabrido, era un rollo de carne molida común y corriente y un poco seco. Seguimos con “Lomo de cerdo mostaza”. Preparado a la plancha con una salsa de mostaza agradable, acompañado de puré de papa bien hecho y zanahoria.
“Lomo de res pimienta” también con el mismo puré de papa y zanahoria. Este lomo, un pedazo de carne maduro y bien escogido, estaba muy bueno, asado a su punto y la salsa de pimienta y champiñones rica, fue el plato del día. La guarnición podría estar mejor. Para hacer honor a la ocasión pedimos de postre Buche Noel. Consiste en capas de bizcochos con crema de mantequilla batida y chocolate. Por lo menos se distinguía un poco de la lista de postres que aparece en casi todos los menús de restaurantes bogotanos.
En resumen, estuvimos en un restaurante modesto, con culinaria sin mayores atractivos, fuera de un lomito pimienta y con precios no muy modestos.
Carrera 14 Nº 77-21, quinto piso. Teléfono 257 6452.secomebienaqui@gmail.com
