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Desde junio de este año existe el Peruviano, otro restaurante peruano en Bogotá. Bienvenidos todos. El chef, Diego García, es un peruano con recorrido por cocinas importantes aquí y en España. No han sabido publicitarse, pero su fuerte es cocinar bien.
La carta es peruana ciento por ciento. Cuenta con catorce entradas frías donde predominan los cebiches y tiraditos y con un sobresaliente “pulpo al olivo” y unos “choros a la chalaca”. Los precios de las entradas frías están alrededor de los $19.000. Hay cuatro entradas calientes, con precios aproximados de $16.000. Hay papas a la huancaína, conchitas y anticuchos. Tiene 17 “Fuertes”, una muestra pequeña del extensísimo repertorio de platos peruanos. Encontramos la parihuela, el ají de gallina, los arroces de fuerte influencia china y pescados con sabores de tres orígenes. En toda la carta aparece el rocoto, el ají panca y el ají amarillo. Estamos en Perú, sin derroche de creatividad.
Iniciamos con “Pulpo al olivo con secreto de palta y botija”. Palta es aguacate y botijas son unas ricas aceitunas peruanas. Presentado sobre una cama de papas bravas al ají panca, mayonesa con aceituna en el fondo, unas tiritas crocantes de cebolla larga y un poco de aguacate. El pulpo resultó un verdadero acierto gastronómico, el sabor y la textura no podían estar mejor, cocido a la forma tradicional española y marinado en leche de tigre. Un poco exagerada la cama de papas. El plato es recomendable. Seguimos con “Anticucho corazón de los Andes con perfume de chicha”. Es el tradicional “pincho” de corazón peruano, pero cortado en tiras con una deliciosa salsa de ají panca y ají amarillo. Venía sobre una base de puré de batata o camote como le dicen los peruanos. La combinación sale muy buena. Es un rico plato. De plato principal pedimos “Arroz con pato y naranjas de Huaral”. Es arroz, un pato adobado con naranja, cilantro y ají amarillo. Esta elección fue poco afortunada, el pato estaba duro y poco sápido y la mezcla de arroz con la salsa de naranja un poco empalagosa. En realidad sentí una cierta reticencia del chef por servir el plato. Otro plato fuerte fue la “Carapulca de cerdo y pulpitos anticucheros”. Es un guiso de pedazos de cerdo con muy buena salsa, también de ajíes peruanos, maní y tiritas de pulpo. Al lado un poco de arroz blanco. Vale la pena. De postre nos sirvieron una degustación de cuatro platillos: el infaltable suspiro de limeña, lúcuma, banana y mazamorra morada con canela y manzana. Este último se llevó el premio. El balance es positivo, disfrutamos de una buena cocina. Se come bien en el Peruviano.
Calle 71 Nº 5-75 Tel.: 317 7410
