Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Es un restaurante en Usaquén montado hace nueve meses. Lo interesante del sitio es que ha organizado una carta con platos típicos de varios lugares de Colombia, pero elaborados y presentados con cierto refinamiento que no es propio de su origen.
Evidentemente han hecho un esfuerzo para ofrecer platos diferentes de los que se encuentran en las manidas cartas de los restaurantes que aquí llamamos “típicos” y para realzarlos con buenas prácticas culinarias. Encontramos platos que, aunque pueden ser comunes en sus sitios de origen, no se prueban en Bogotá: los deliciosos buñuelos de fríjol de cabeza negra de la Costa Atlántica, las arepas santandereanas, la sierra en escabeche, la cazuela de bagre y camarones.
La carta ofrece cuatro “tentempiés: balas de plátano, arepas santandereanas, empanadas de yuca. “Entradas”: coctel de camarón, escabeche de sierra, ensalada de aguacate. Dos sopas, una por supuesto es el famoso mote de queso del Sinú y Sucre. Ocho “adicionales”: suero costeño, arroz con coco, buñuelos de fríjol, arañas de plátano, en fin, un grupo de cositas ricas. “Platos fuertes”, escogidos de la oferta colombiana entre 17.000 y $29.000: arroz atollado del Valle, arroz endiablado de las selvas del Choco. Encontramos por supuesto el ajiaco, la bandeja paisa y la sobrebarriga, pero también la posta negra costeña, fritanga bogotana, en fin, quince platos bien escogidos. Tres postres y hay un menú de degustación. Se puede comer con entrada plato fuerte y postre por $50.000 por persona.
Pero una cosa es escribir un menú sugestivo y otra cocinar bien los platos que en ella se encuentran. Pedimos escabeche de sierra, que venía con ricas tiritas de plátano verde fritas. Lo presentan como un plato de origen árabe, cosa que dudo y me inclino más por un origen español, a pesar de que no desconozco la influencia árabe en la comida costeña. La sierra marinada en vinagre estaba muy buena, así como la cebolla y el pimentón. Es un plato recomendable. De los “tentempiés” sacamos las “balas de plátano” con suero costeño. Son croquetas de plátano verde cocidas en leche de coco y rellenas de queso, aunque bien hechas y buena fritura no es un plato sobresaliente. Cazuela de bagre con camarón, o sea de mar y río, con leche de coco y unos patacones maravillosos es todo un plato, vale la pena. Pollo estofado a la criolla guisado con maíz, arvejas, habichuelas y acompañado de puré de papa criolla, un plato sencillo sin muchas exigencias culinarias, pero sabroso. Probamos una adición de arroz con coco con resultados deficientes. El postre fue fresas maceradas con jugo de naranja, gelatina de fresas, vinagre balsámico y crema chantillí, aceptable.
No esperando alta cocina comimos bien en Puerta Colombia. Es una aproximación a la comida colombina que tiene mérito y vale la pena proba e impulsar.
Calle 117 Nº 6-30 Usaquénsecomebienaqui@gmail.com
