Una sociedad de colombianos montó un restaurante de cocina china en la T. El sitio es amplio y bien decorado con motivos chinos. La carta es bastante extensa.
Claramente esta cocina china hizo su tránsito a Colombia pasando por California o probablemente por Manhattan. Anotemos que China cuenta con una extensísima variedad culinaria que sorprende y deleita a los occidentales que hemos tenido la fortuna de visitar este tesoro de la culinaria y gastronomía. La carta del restaurante no es la vieja y manida carta de los chop suey y chou mein de un reducido menú de platos cantoneses desarrollados en San Francisco a principios del siglo XX.
El formato de la comida es una mezcla de occidental con entradas y postres al final de la comida que contrasta con la variedad de platos que se comen en sucesión en los banquetes chinos. Las porciones ofrecidas y la conformación de los precios imponen entrada, plato fuerte y postre. Como “Entradas” 20 platos. Entre éstos, una variedad de dumplings, wantons y dim sums, que son empanaditas de harina de trigo rellenas con una variedad de ingredientes, algunas veces fritas otras al vapor. Los precios de estas entradas están entre $9.000 y $18.000. Sopas 4, de $9.000 a $15.000. La lista de patos y aves está presidida, por supuesto, por el pato Beijing. Medio para dos personas $70.000. Es un pato grande que traen de China (en Colombia no se producen). Sigue un proceso largo de horneado y laqueado, que debe resultar en delicia con cuero crujiente. Lo ofrecen como su plato estrella. Vienen varios pollos. Cinco carnes con precios de $28.000 donde se destaca el lomito en salsa de fríjol negro. Ocho aves alrededor de $25.000. Siete pescados y mariscos de $32.000, algunos muy prometedores como el Hong Kong izumi dai. Siete arroces y tallarines de $25.000. Cuatro platos vegetarianos. Seis postres con helados artesanales al estilo chino.
Iniciamos nuestro almuerzo con una variedad de empanaditas chinas: dumplings, wantons y dim sums. Todas, tanto fritas como al vapor, estuvieron realmente deliciosas. Una pasta delicada y muy buena. Cada empanadita rellena con pollo, carne de res, de cerdo, de cordero y vegetales, acompañadas de excelentes salsa de soya, miel de abeja y de ciruela. Seguimos con la recomendación del sitio: “Pato Beijing” con las tradicionales crêpes y salsa hoisin. El pato fue en parte frustrante, sin estar malo. No lograron la característica definitiva de este plato, que es lo de la piel crujiente. De postre pedimos helados de mango biche y lichis, que resultaron muy sabrosos.
A pesar del inconveniente de la piel crujiente del pato, se come bien en Señor Choo. Quedamos con el compromiso con nosotros mismos de probar el izumi dai.
Cra. 13 Nº 83-34. Tels.: 218 5238 218 5234. Bogotá.
