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Fui tras la fama de este restaurante en Barranquilla, para algunos el mejor de la ciudad. Con sólo 25 puestos disponibles, siempre es necesario reservar con anticipación.
Ernest Reiss van Leven inicia el restaurante en 1960. Sus hijos Jorge y Claude Reiss Poirel continúan operando el sitio, uno como chef y el otro como maitre, manteniendo su vigencia gastronómica en la ciudad. Creo que su limitado menú no ha cambiado desde su inicio.
La carta es muy corta. El restaurante se reduce a una buena parrilla con buenas carnes, maduras y bien cortadas. Por exigencia de las buenas costumbres, se ofrece una lista de nueve entradas sin mayores esfuerzos creativos. Hay ensalada caprese, anchoas en aceite de oliva, prosciutto, ensalada de palmito, jaibas gratinadas y paté de la casa. Precios entre $13.000 y $27.500. Como centro del menú contamos con una lista de nueve carnes con precios entre $34.000 y $60.000. Son carnes a la parrilla con los cortes y preparaciones tradicionales; entrecotes y lomitos con las salsas de siempre. Estamos hablando de las mismas salsas y entradas que ofrecían los restaurantes que se declaraban franceses en Colombia, hace 50 años, o sea, Pepper Steak de la casa, Chateaubriand maitre de hotel, steak mostaza, pescado meniere, Paté de la casa, baby beef. Todo viene con papa francesa y una precaria ensalada consistente en lechuga batavia y tomate. Precios altos.
Empezamos con la “ensalada caprese”, era simplemente lechuga batavia y tomate con tajadas de “mozzarella” sin mayores atractivos. Continuamos con paté de la casa. Un paté de hígado de cerdo, aunque bueno, no se podía considerar sobresaliente y no traía las ricas mermeladas ni cebollas o frutas caramelizadas con que suelen acompañarlo. La jaiba gratinada estaba bien lograda y sabrosa. Conclusión sobre las entradas: ni mínima propuesta gastronómica por parte de un restaurante del que esperaba más. Las entradas pasaron sin pena ni gloria. Los platos fuertes fueron: “Pepper Steak Maison”, “Steak Mostaza”, “Filet de Congrio” y “Entrecote en Costra de Pimienta”. El congrio a la menier era una muestra de buena culinaria, la tradicional salsa de mantequilla la hacen bien, pero hay que aceptar que es difícil de conseguir el congrio fresco, sin congelar.
La culinaria de las carnes era casi perfecta, eran carnes maduras, nos contaron que con veinte o más días de maduración, buenos cortes y excelente parrilla, resultando en buenas y jugosas carnes. Las salsas tradicionales están hechas con esmero y buenas recetas y los resultados muy buenos. Nos aclararon que los postres no eran “de la casa”. Pedimos una torta de zanahoria, con nueces y almendras, acompañada de un sabroso helado. Estaba magistral. Es un postre para repetir. La Crème brûlée no valía la pena.
Si gastronómicamente queda satisfecho con un restaurante que ofrece, a precio muy alto, buena carne sin ningún complemento culinario a su plato, “Steak House” es una buena opción.
Barranquilla. Carrera 54 N° 70-69 Tel. 358 7103 - 368 1892.secomebienaqui@gmail.com
