Una cifra descabellada y otra con fórmula engañosa.
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El presidente Gustavo Petro dijo en el discurso de instalación de legislatura del Congreso lo siguiente: 1) “darle una beca o crédito a un estudiante en la universidad privada equivale a quitárselo a 100 estudiantes en la universidad pública”, y 2) “nuevos cupos que se han abierto en la universidad pública de Colombia suman 193 mil nuevos estudiantes por fuera de los estudiantes que entraban en primer semestre de las cohortes” (en 2023 y 2024). Lo primero es falso y lo segundo genera gran duda o es engañoso.
Falsedad: comparemos el costo de matrícula de la universidad privada acreditada más cara (UniAndes, $25 millones) con el de una universidad estatal acreditada donde un estudiante le cueste al Estado $2.500.000 por semestre. En este caso extremo, la relación sería de 1 a 10, no de 1 a 100. Con Ser Pilo Paga, el Estado le pagaba a la Universidad Nacional de Colombia por cada estudiante alrededor de $10 millones, digamos una relación de 1 a 2.
La realidad es que los valores de matrícula en las privadas varían bastante y lo mismo el costo por estudiante (no declarado) en las estatales. Recordemos que no tenemos una metodología para establecer el costo por estudiante (CxE) en las estatales y nos guiamos por el monto de las transferencias de la nación y el número de estudiantes de pregrado, lo que no es un método satisfactorio. El CxE de la Nacional, UniValle y U. de Antioquia puede ser más alto que en algunas privadas, pero eso habría que ponderarlo por programa y calidad. La parte insultante (para los usuarios del Icetex) de esta falsedad es equiparar beca y crédito, cuando este último se devuelve sustancialmente.
Por cierto, el presidente no mencionó los logros del gobierno con el Icetex ni sacó pecho con los aprendices del Sena (tal vez ya sabe los efectos que tendrá la genialidad de encarecer el contrato de aprendizaje versus la monetización).
Afirmación dudosa o engañosa: el Ministerio de Educación (MEN) dijo en X que no le creemos la cifra de 193.000 nuevos cupos en pregrado porque no conocemos los datos de 2024, y que ellos sí (y todavía no los comparten). Lo que se llama “transparencia estadística” no es su fuerte, pero información previa del MEN fomenta la duda. En un informe a la Comisión Sexta del Senado en marzo de 2024, el MEN respondió que planeaba cumplir la meta de 500 mil nuevos cupos así: 50 mil en 2023; 100 mil en 2024; 150.000 en 2025; y 200 mil en 2026.
Para 2023 y 2024 dieron esta distribución de nuevos cupos, respectivamente: en universidades públicas, 17.917 y 35.833; en ITTU (técnicas y tecnológicas), 12.083 y 24.167; y en el Sena, 20.000 y 40.000. Y según el SNIES (cálculos del Laboratorio de Economía de la Educación-U Javeriana), la matrícula de primer curso pasó de 197.081 en 2022-2 a 236.918 en 2023-2, es decir, 39.837 cupos nuevos (de los cuales el Sena aportó 12.482), esto es, 10.163 cupos menos de lo previsto para 2023.
La única forma para que les dé 65.063, como está en el informe del DNP al Congreso en 2024, es que cuenten dos veces el incremento del primer semestre de 2023 (truco del indicador 91 del PND). Para que el presidente esté diciendo la verdad, tendrán que mostrar 153.000 cupos nuevos en 2024, sin doble conteo engañoso, sin correr la línea ética en el uso de las estadísticas.
Y i) en 2023 cerramos con 20 mil matriculados en primer curso menos que en 2021-1 (como para matizar el alborozo), y ii) menos mal que no vamos a cumplir la meta de 500.000 cupos nuevos, porque no se trata de cobertura per se, sino con pertinencia, calidad y futuro laboral, para lo cual toca reorientar la oferta por áreas del conocimiento, alineándola con el crecimiento.