La palabra talión, la de la famosa ley, proviene de la palabra latina tale, que significa idéntico o semejante. De ahí que esa antigua ley sea uno de los pilares de la justicia retributiva. Curiosamente, la palabra retaliación también proviene de la misma palabra latina.
Y he ahí el problema: la ley del talión, que originalmente buscaba dar proporcionalidad a la justicia servida por algún daño recibido, derivó en la representación misma de la venganza eterna. Del ojo por ojo, del diente por diente.
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