Publicidad

De la biotecnología a la bioeconomía: ciencia al servicio de la sociedad

Dolly Montoya Castaño
02 de julio de 2022 - 05:00 a. m.

La educación es la principal herramienta de transformación social. Desde las universidades debemos promover liderazgos colectivos y transformadores que nos impulsen hacia el desarrollo sostenible y sustentable. Es necesario ser conscientes de la finitud de nuestros recursos y de la relación con los seres que cohabitan nuestra casa común. Todos los campos del conocimiento, las ciencias y, en especial, la biotecnología, son claves en el camino que debemos recorrer para vivir en armonía desde el buen ser, bien hacer y buen vivir.

La aparición de la biotecnología como motor de transformaciones sociales tiene su génesis en los años 50. Por aquel entonces, el descubrimiento de la estructura del ADN abrió un mundo lleno de posibilidades para la biología molecular. Este campo de la ciencia avanzó rápidamente, permitiendo el desarrollo de la hormona del crecimiento y la insulina humana con las modernas técnicas de la biotecnología para ser comercializadas por primera vez en 1982.

Es bajo este influjo de la ciencia que nace el grupo interdisciplinario de biotecnología. Para el año de 1987 esta ya era una disciplina relevante en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL). En ese año el Consejo Superior Universitario de la UNAL aprobó la creación del Instituto de Biotecnología (IBUN). El IBUN es fruto de los esfuerzos interfacultades de académicos y estudiantes de múltiples orígenes que confluyeron en un horizonte común: que la ciencia esté al servicio de la sociedad. Profesores de las facultades de Agronomía, Ciencias, Ingeniería y Medicina unieron esfuerzos, promoviendo preliminarmente un diagnóstico de la biotecnología en Colombia y un seminario de investigación que les permitió agrupar sus conocimientos en biología celular y molecular, ingeniería ambiental y desarrollo industrial para construir los derroteros que debía seguir el grupo: ejecutar proyectos de investigación que movilicen conocimientos para superar necesidades del país y que permitan acumular y compartir nuevos saberes con las comunidades.

Desde sus inicios el IBUN apostó por la formación integral y la armonización de los fines misionales de la Universidad como piedra angular sobre la que construiría su trabajo. Por esta razón, los estudiantes ingresan al instituto desde tempranas etapas de su formación y complementan su educación integral al vincularse a los grupos de investigación y cursar la Maestría en Microbiología y el Doctorado en Biotecnología, posgrados interfacultades soportados por el IBUN.

La bioeconomía aporta para una formación situada en los territorios y contextualizada en las comunidades. Para esa formación integral, que abarca la formación de jóvenes con actitudes ciudadanas y aptitudes cognitivas, con instrumentos para gestionar el conocimiento para el bien común.

Para Freeman (1987)**, la sociedad, la academia, el sector productivo y el Estado deben tejer redes de cooperación que propicien sinergias para la innovación en espacios denominados sistemas locales, regionales y nacionales de innovación. Con estos principios, los proyectos llevados a cabo por los grupos de investigación adscritos al IBUN han buscado fomentar el trabajo en equipo con los diferentes nodos de esta red para la innovación y el desarrollo.

Un ejemplo paradigmático de esta construcción de sinergias que abarcan tanto la innovación social como la tecnológica, es el trabajo realizado por el grupo de investigación sobre el cultivo del ñame desde el IBUN, cooperando con productores de la costa atlántica colombiana y con el Ministerio de Cooperación de los Países Bajos, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (CORPOICA) y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). La investigación fue liderada por los productores. Ellos, de acuerdo con sus necesidades, eligieron los tópicos sobre los cuales se desarrollarían las distintas investigaciones y trabajos de campo.

El espacio de cocreación con las comunidades que se gestó en torno al ñame trajo consigo un impacto positivo en la vida de los pobladores de la zona. De 1999 a 2014 se amplió en 19.000 el número de hectáreas que tenían cultivos de ñame, el aumento en la producción también trajo consigo un incremento de 20.000 nuevas familias agricultoras (Montoya y Buitrago, 2017, p. 219)***. El éxito de esta experiencia se enmarca en lo que se puede considerar el desarrollo de la bioeconomía, experiencia que se ha replicado en zonas de Cundinamarca y Boyacá para cultivos propios de estos territorios, como guayaba, tomate de árbol, habichuela, alcachofa, espárrago, arveja, entre otros.

El cambio en la calidad de vida de los pequeños productores de ñame, es un reflejo de la potencialidad que tiene la biotecnología en el entorno de la bioeconomía y del desarrollo sostenible. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (2009)**** define a la bioeconomía como la actividad que busca “transformar el conocimiento de las ciencias de la vida en productos nuevos, sostenibles, eficientes y competitivos”. Asumiendo la potencia de la biodiversidad y nuestra amplia riqueza cultural, nuestro país nos obliga a recurrir a proyectos bioeconómicos en los que la ciencia se ponga al servicio de la sociedad y se convierta en motor para un nuevo desarrollo sostenible que proteja nuestra casa común.

A través de la biotecnología y la bioeconomía podemos aportar soluciones a problemas planetarios urgentes como la crisis climática. Debemos enamorar a nuestros estudiantes del conocimiento y la innovación social y tecnológica con una ética del cuidado y de la ecología, que construyan sociedades inclusivas, equitativas, sostenibles, sustentables y en paz. Para lograr este propósito es fundamental la consolidación de los Sistemas de Innovación, es en estos lugares donde se gestan mayores transformaciones para el cambio social.

*Rectora de la Universidad Nacional de Colombia, @DollyMontoyaUN.

**Freeman, C. (1987). Technology Policy and Economic Performance: Lessons from Japan. London Pinter.

***Montoya, D., y Buitrago, G. (2017). Biotecnología en Colombia. En Economía, Lenguaje, Trabajo y Sociedad. Colección Sesquicentenario Universidad Nacional de Colombia. (pp.219). Editorial UNAL.

****OCDE, The Bioeconomy to 2030: Designing a Policy Agenda (2009).

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar