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Como lo han puesto de presente las ciencias sociales, las comunidades humanas necesitan reconocer su identidad y defender su patrimonio. Por eso reconocen a sus miembros más valiosos y los convierten en modelos, en paradigmas de lo que se debe y se puede hacer, y de lo que se quiere llegar a ser. Estas personas encarnan la identidad que colectivamente se busca, aquello a lo que aspira la sociedad a la que pertenecen.
También las instituciones de educación superior, para consolidarse y para permanecer, necesitan esas pruebas vivientes de que el ideal que persiguen puede ser alcanzado. Por eso admiramos a las mujeres y los hombres que se construyen a sí mismos cada día como grandes maestros y como investigadores apasionados, a las personas que ponen su esfuerzo y su saber al servicio del mejoramiento de las condiciones de vida de los otros seres humanos, a quienes ayudan a los jóvenes a encontrar y cumplir un proyecto personal que se enlaza con el proyecto colectivo. Nos alegramos de corazón con sus triunfos, que son nuestros propios triunfos.
En el marco de la celebración del aniversario 156 de la fundación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) se entregaron las distinciones académicas a través de las cuales se reconocen los méritos excepcionales de personas que han alcanzado un alto reconocimiento en la docencia, la investigación y la extensión, y que han logrado resultados importantes poniendo su esfuerzo y su talento al servicio de los grandes valores que guían la institución.
El Doctorado Honoris Causa, nuestra máxima distinción, se entrega a “personalidades nacionales y extranjeras que se hayan destacado en la ciencia, las artes, las letras o las humanidades, por la ejecución de una obra generalmente reconocida o a personalidades que hayan realizado una gestión de evidentes y grandes beneficios para la comunidad de los pueblos como hombres de estado o filántropos”. Lo han recibido grandes pensadores y ciudadanos comprometidos como Adela Cortina, Antanas Mockus, Noam Chomsky, Orlando Fals Borda, Julio Carrizosa y José Fernando Izasa, entre otros, y este año fueron galardonados Martha Nussbaum, cuya obra ha ampliado la comprensión de la filosofía política y la ética y ha acompañado cambios culturales importantes en todo el mundo; Carlos Enrique Ruiz, maestro humanista con profundo interés por la educación, la ciencia y las artes; y Gonzalo Correal Urrego, arqueólogo y antropólogo pionero en nuestro país.
La Orden Gerardo Molina fue creada en homenaje al gran líder y pensador que hizo la historia del liberalismo y el socialismo en Colombia y que, como rector de la Universidad Nacional, adelantó acciones de enorme trascendencia para consolidar la Universidad Nacional de Colombia como “una fuerza moral e intelectual de primer orden en el país”, puesta “al servicio de la Nación y de la democracia”. En esta ocasión fue elegida la destacada historiadora, filóloga y crítica literaria Carmen Elisa Acosta.
Recibieron la Medalla al Mérito Universitario, por una trayectoria y producción ejemplares, los profesores Germán Afanador, Juan José Yunis, Claudia Patricia García, Darío Indalecio Restrepo y Farid Chejne. La distinción de Profesor Emérito fue otorgada a Frank Garfield Stiles, Guillermo León Mesa, Carlos Alberto Garzón, Luz Ángela Álvarez y Mercedes Mora, por su notable trayectoria científica y académica. También se entregaron a otros profesores notables las importantes distinciones de Excelencia Académica y Profesor Honorario. Quienes se destacaron en el cumplimiento de las funciones misionales de la Universidad recibieron sus reconocimientos por Excelencia Académica, Extensión Solidaria, Investigación Meritoria y Docencia Excepcional.
Las distinciones expresan nuestro agradecimiento a quienes han dedicado su vida a perfeccionar el arte de enseñar para mantener el deseo y el placer de saber, a quienes se han consagrado a ampliar el conocimiento de la humanidad, a quienes solucionan problemas urgentes y complejos y hacen aportes importantes a la ciencia o a la vida colectiva, a quienes enriquecen con sus creaciones y sus interpretaciones el universo de la cultura y a quienes viven la solidaridad como una forma de realización personal. Esas personas, que convierten en realidad los propósitos que compartimos, nos brindan con su existencia, con su entusiasmo y generosidad, elementos esenciales para construir nuestra identidad y la de nuestra sociedad.
* Rectora, Universidad Nacional de Colombia.
