Un nuevo Sistema de Educación Superior para la nación colombiana

En el marco de la reforma a la ley de educación superior, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), como principal proyecto cultural, científico y colectivo de la nación, adelantó una serie de esfuerzos institucionales para recoger los diagnósticos de nuestra comunidad académica sobre las necesidades de reforma que tiene la ley y elaboró nuevas propuestas como aporte colectivo a los esfuerzos que el Ministerio de Educación Nacional y demás actores del Sistema de Educación Superior han venido adelantado.

Las iniciativas transformadoras de la UNAL se han recogido en un Decálogo que se encuentra disponible para el público en la página de Convergencia por la Educación Superior. Este portal web permitirá no solo conocer las propuestas de la UNAL. También permitirá a los diferentes actores consolidar aportes para que este decálogo siga desarrollándose y llegue a hacer parte de la nueva ley marco de educación.

En nuestro país la educación superior se encuentra inmersa en un profundo proceso de transformación mediante el cual se esperan solucionar problemas estructurales como las dificultades de acceso y cobertura, el déficit de financiación y la relación del sistema con otros sectores de importancia estratégica para la nación como el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Entre los problemas reconocidos del sector están la falta de coordinación entre las instituciones de educación superior (IES) públicas y privadas del país, asimetrías en la oferta de formación que estas instituciones brindan en la zona central del Estado y las regiones más periféricas y la masiva preferencia de formación universitaria por sobre la técnica y tecnológica.

En este contexto es necesario entonces construir un Sistema Nacional de Educación Superior que sea mixto (con oferta pública y privada), conformado por todas las IES y que además se articule con las diferentes instancias de planificación académica y política en todos los niveles (nacional, regional y local). Este nuevo sistema deberá garantizar el derecho fundamental a la educación superior como bien común y servicio público, consolidar mecanismos de articulación con los entes territoriales para garantizar que la educación superior sea motor de desarrollo regional, promover la articulación de las IES para que estas se fortalezcan en un dialogo de saberes interinstitucional que les permita consolidarse y situar al estudiante como piedra angular del proceso formativo.

Este nuevo sistema que aquí proponemos estaría encabezado por el Ministerio de Educación Nacional y tendría diferentes instituciones que se encargarían de tres grandes tareas: formulación y lineamientos de política; aseguramiento de la calidad, evaluación y acreditación; y articulación y coordinación intersectorial.

En la formulación y definición de lineamientos de política tendríamos a la Presidencia de la República y al Ministerio de Educación Nacional (MEN) como principales actores de toma de decisiones y liderazgo del sector. Su tarea será acompañada por el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) que verá fortalecido su papel de organismo técnico y asesor del MEN; el Consejo Nacional de rectores y/o directores de las IES -un nuevo consejo creado para que el conjunto de las instituciones del sistema participen como consejeros en el diseño de la política nacional de educación- y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior, que tendrán relación directa con las comunidades, las empresas, la sociedad civil y los gobiernos de las regiones para construir elementos de planificación regional del sistema, articulados a las Regiones Administrativas de Planificación (RAP).

Como organismos de aseguramiento de la calidad, evaluación y acreditación continuarán el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CONACES), quienes durante los últimos 30 años han venido desarrollando un trabajo monumental para el fortalecimiento de la calidad del sistema. El CNA seguirá a cargo de la acreditación de las IES y los programas que estas ofrecen. Por otra parte, la CONACES evaluará el cumplimiento de los requisitos para la creación de nuevas IES y nuevos programas asegurando que estos respondan a las necesidades regionales de formación que tendrá el sistema para cumplir con sus objetivos. Ambos organismos tendrían como objetivo central el mejoramiento de la calidad de la Educación Superior.

Finalmente encontramos las instancias de articulación y coordinación intersectorial. En primer lugar se ubicarían las Comisiones de Política Intersectorial para la Educación Superior. Estas tendrán relación directa con el CESU, el Consejo Nacional de Rectores y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior, y serán grupos de trabajo en perspectiva intersectorial que soportarán la toma de decisiones informada de los actores previamente mencionados. Como segundo órgano para la articulación y coordinación intersectorial tenemos al Consejo Científico Nacional (CCN) que será un órgano asesor para la toma de decisiones en el ejecutivo y el legislativo y que será conformado por destacados científicos que hayan desarrollado su trabajo en los focos definidos por la Misión de sabios. Esta especie de Misión de Sabios permanente tendrá un papel activo en el trabajo que realice el Congreso y los ministerios en, por ejemplo, la consolidación de nuevos documentos de política pública que definan el futuro del país en materia, científica, educativa, tecnológica, medioambiental, etc.

Les invitamos a conocer esta propuesta y las demás de nuestro decálogo en la plataforma web. Su participación será crucial en este esfuerzo de liderazgo colectivo y transformador que como nación estamos realizando para consolidar la educación superior que nuestro país necesita.

*Rectora, Universidad Nacional de Colombia.

@DollyMontoyaUN.