Hace 30 años manifesté que la globalización le significaría a Colombia, y en gran medida a los países de mediano desarrollo de América Latina, un severo retroceso tanto en el crecimiento económico como en la distribución del ingreso. En múltiples artículos advertí cómo el experimento contraería el ahorro nacional y deterioraría la balanza de pagos. Así ocurrió. La balanza de pagos, que en 1990 registraba superávit en cuenta corriente, hoy en día opera con déficit del 5 % del PIB. Si a esto se agrega el déficit fiscal del 7 %, el país estaría ante una reducción del ahorro del 10 % del PIB con respecto a la tendencia histórica.
Hace...
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