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En la última columna se mostró que la economía está en un estado de ahorro menor que la inversión que la conduce al colapso. La solución es un modelo de devaluación de la moneda, ya por la intervención en el mercado cambiario o monetario. La economía experimentaría una devaluación de la moneda y una elevación de la tasa de ahorro, que se refuerzan. Se haría el milagro.
Los hechos se han encargado de confirmar que la solución no resulta del mercado. Solo puede provenir de las autoridades monetarias o fiscales dentro de un acuerdo para elevar la tasa de ahorro. La economía solo puede salir de un estado de oferta con una acción abierta y decidida para devaluar la moneda y elevar la tasa de ahorro.
Como no se hizo lo debido se entró en un estado de revaluación de la moneda, baja de la tasa de ahorro, y caída del empleo. La tasa de desempleo en enero de 2025 alcanzó 11,6%, la tasa global de participación 64,1% y la tasa de ocupación 56,7%. Luego de la pandemia el crecimiento de la población ha sido cercano a 1% y la generación de empleo ha sido insuficiente para mejorar los indicadores del mercado laboral, con tasas de alto desempleo y baja participación. No hay más opción que la devaluación drástica de la moneda, ya por la intervención cambiaria o monetaria.
Según el DANE el crecimiento del producto en 2024 fue 1,8%; sin embargo, esta cifra está sobreestimada por los procedimientos estadísticos en los cuales no se tiene en cuenta que la oferta es inferior a la demanda. La economía de oferta no se ha superado, y el ahorro se ha mantenido por debajo de la inversión. Desde la pandemia se intenta normalizar la economía con un modelo de ahorro menor que la inversión, y para recuperar la senda de crecimiento se requiere que el ahorro sea superior a la inversión. Como consecuencia la economía no se reactiva.
La solución es devaluar la moneda y elevar la tasa de ahorro. Se entraría a un estado que conduce al mayor crecimiento de la producción, el incremento de la relación capital-producto y la generación de empleo.
El crecimiento del producto depende de la relación capital-producto, el crecimiento del capital, el empleo y la tasa de ahorro. El ahorro se ha mantenido por debajo de la inversión, y la economía de oferta no se ha superado. Desde la pandemia ha sido insuficiente la generación de empleo y la expansión de la relación capital-producto, por lo cual la economía no se ha recuperado.
Como lo he señalado repetidamente, no hay más salida que devaluar la moneda, aumentar la relación capital-producto y subir la tasa de ahorro para recuperar el crecimiento económico y obtener un desempeño en 2025 superior al de los últimos dos años.
Desde la pandemia se ha pretendido normalizar la economía con un modelo de ahorro menor que la inversión. Se quebró la igualdad macroeconómica. El ahorro y la oferta agregada se pretenden sostener por debajo de la inversión y de la demanda agregada. La economía queda a la deriva y tiende al colapso. La solución es el modelo de economía positiva basado en la observación de los hechos, como devaluar la moneda y elevar la tasa de ahorro, y adicionalmente reducir el déficit fiscal y en cuenta corriente. La economía entraría en un estado de ahorro por encima de la inversión, y oferta por encima de la demanda, que conduce al mayor crecimiento de la producción y el empleo.
