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Como lo advertí repetidamente, se quebró la igualdad entre la oferta y la demanda. La producción es menor que la demanda y el ahorro menor que la inversión. La solución es el modelo que eleve el ahorro y reduzca el déficit fiscal y en cuenta corriente.
La gran diferencia de los Tigres Asiáticos con el resto del mundo reside en que ellos intervinieron abiertamente para reducir el déficit fiscal y en cuenta corriente. Se requiere un modelo que aumente el ahorro para ampliar la producción y el empleo, reducir la inflación, y bajar el déficit fiscal y en cuenta corriente para limitar la demanda.
En las nuevas concepciones del ahorro inducidas por el éxito asiático se advierte que el problema no está solo en aumentar el ahorro, sino también en reducir el déficit fiscal y en cuenta corriente.
Las soluciones de mercado tienden a reducir el ahorro. La ampliación del ahorro está asociada con la intervención del Estado. No se cumplen las condiciones de la ley de Say, de Walras y del equilibrio competitivo de Arrow y Debreu. Las soluciones ideales de mercado bajan el ahorro.
Para aumentar el ahorro es necesario intervenir el sector financiero aumentando las importaciones y reduciendo las exportaciones
El libre mercado tiende a reducir el ahorro. El aumento del ahorro está condicionado a la intervención del Estado, como sería la presencia en la devaluación de la moneda y en la reducción del déficit fiscal y en cuenta corriente.
El sistema no funciona con tasas de cambio flexibles. Se requiere la intervención en el mercado cambiario, ya con tasas de cambio fijas o con la política fiscal, para devaluar la moneda y elevar la tasa de ahorro.
El gran desacierto está en el intento de reactivar la economía con la revaluación del tipo de cambio, la baja de la tasa de ahorro, y para completar, con la ampliación del déficit fiscal y en cuenta corriente.
Se requiere un modelo fundamentado en la observación de los hechos factuales, que muestran que el tipo de cambio se revalúa, la tasa de ahorro se desploma y el déficit fiscal y en cuenta corriente suman el 10 % del PIB, el más alto de la OCDE, y no en idealizaciones de mercado como es bajar el ahorro.
En fin, se requiere un modelo que aumente el ahorro para ampliar la producción y el empleo formal y bajar la inflación, y reduzca el déficit fiscal y en cuenta corriente para limitar la demanda.
En su lugar, se tiene un modelo que revalúa la moneda, baja el ahorro 40% con relación a la tendencia histórica y amplía el déficit fiscal y en cuenta corriente.
