Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Desde la pandemia se ha pretendido normalizar la economía con un modelo de ahorro menor que la inversión. Se quebró la igualdad macroeconómica. El ahorro y la oferta agregada se pretenden sostener por debajo de la inversión y de la demanda agregada. La economía queda a la deriva y tiende al colapso. La solución es el modelo de economía positiva basado en la observación de los hechos factuales como devaluar la moneda y elevar la tasa de ahorro, y adicionalmente reducir el déficit fiscal y en cuenta corriente. La economía entraría en un estado de ahorro por encima de la inversión y oferta por encima de la demanda que conduce al mayor crecimiento de la producción y el empleo.
En la actualidad se tiene un modelo de equilibrio para enfrentar una economía en desequilibrio, como es subir la tasa de interés, revaluar la moneda y así bajar la tasa de ahorro. Lo que se requiere es un modelo de desequilibrio que devalúe la moneda, y así suba la tasa de ahorro. Incluso se puede realizar con un modelo de sustitución de importaciones que reduzca el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos.
La verdad es que el país pretendía contrarrestar un estado de revaluación de la moneda y baja de la tasa de ahorro con un modelo que las agravan. Lo que se requiere es un modelo que devalúe la moneda, y así eleve la tasa de ahorro.
Como lo señalé repetidamente durante dos años, no hay más camino que una devaluación de la moneda que suba la tasa de ahorro. En los últimos dos años el tipo de cambio nominal se revaluó 14% con respecto al dólar y el tipo de cambio real se revaluó 21 %.
En la última columna reiteré que la solución es el modelo en desequilibrio que intervenga en el mercado cambiario y monetario, suba la tasa de ahorro, y así eleve el crecimiento del producto nacional y el empleo.
Lo que se requiere es salir de la economía de demanda y pasar a una economía de oferta con ahorro por encima de la inversión, mediante la intervención cambiaria y monetaria. Ni más ni menos se pretendía normalizar la economía con un modelo de ahorro menor que la inversión.
El máximo crecimiento se alcanza cuando el capital crece por encima de la población. Cuando crecen al mismo ritmo se alcanza el equilibrio estacionario. En el siglo XX se vio que las economías que más crecen son las que más incrementan el capital. El ahorro se torna en el principal determinante del crecimiento del producto y también del empleo.
La reducción de la tasa de ahorro de la economía colombiana baja el crecimiento y la cifra de inflación aumenta de 5,2 % a 5,3 %, como se observa al comparar el final del año pasado y el crecimiento anual a febrero del presente año.
La baja de la tasa de ahorro de 40 % con respecto a la tendencia histórica impide compatibilizar los objetivos de crecimiento económico, inflación y distribución del ingreso. La economía colombiana no ha logrado recuperar su senda de crecimiento luego de la pandemia y tampoco se han alcanzado las metas de inflación, mientras la distribución del ingreso se deteriora y aumenta el desempleo.
Los esfuerzos individuales de los países para generar excesos de ahorro sobre la inversión conducen a un estado contrario. Se requieren acuerdos para que el ahorro en su conjunto aumente por encima de la inversión. Las acciones individuales aisladas pueden ser perjudiciales y llevar a que el ahorro sea menor que la inversión.
