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¿Está haciendo agua la democracia?

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Elisabeth Ungar Bleier
12 de enero de 2023 - 05:00 a. m.
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Los eventos que sucedieron hace apenas unos meses en Perú, cuando el expresidente Pedro Castillo decretó un auto golpe de Estado, y dio orden de cerrar el Congreso y desconocer las decisiones judiciales resultantes de investigaciones en su contra por presuntos hechos de corrupción, y la reciente toma de las instalaciones del Congreso, del Palacio de Justicia y de otras instalaciones estatales por parte de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro que desconocen los resultados de las elecciones en las que éste fue derrotado, son apenas dos ejemplos recientes de la crisis y los riesgos que enfrenta la democracia en América Latina.

Como lo señala en el analista político Daniel Zovatto en el Radar Político-Electoral Latinoamericano 2023, “en lo político el 2023 estará marcado por un contexto con alto nivel de incertidumbre, inestabilidad, volatilidad y riesgo político. Esta combinación explosiva y, sobre todo, la brecha que existe entre la magnitud y la complejidad de los problemas a resolver y la menguada capacidad de los gobiernos para dar respuesta a los mismos, seguirá generando crisis de gobernabilidad en varios países de la región”. Algunas democracias, según Zovatto, continuarán bajo el asedio del populismo y del autoritarismo.

Esto se desarrollará en un contexto de múltiples procesos electorales: tres presidenciales y legislativos -en Argentina, Guatemala y Paraguay-, dos estaduales en México; Ecuador tendrá elecciones locales y un referéndum para consultar una eventual modificación de la Constitución; los colombianos elegiremos alcaldes, gobernadores, concejales y juntas administradoras locales, y en Chile se designarán Consejeros Constituyentes. En Perú es probable que se adelanten los comicios programados para el 2024 a raíz de la violencia que se ha generado por la destitución del depuesto expresidente.

Todo esto va a suceder en medio de una creciente desconfianza de los ciudadanos en las instituciones y en la política. La crisis económica que se avecina, polarizaciones exacerbadas, las falencias de los gobiernos para satisfacer necesidades básicas de amplios sectores sociales, niveles de pobreza y desigualdad que van en aumento, manifestaciones de violencia relacionadas con el descontento social en algunos casos, con acciones de actores criminales en otras, en un contexto internacional enmarcado igualmente en la inestabilidad y la incertidumbre.

Colombia, por supuesto, no es ajena a esta situación. El gobierno del presidente Gustavo Petro y el Congreso tienen la oportunidad de demostrarle al país que están a la altura de las circunstancias. Y entender que en Colombia la democracia también puede hacer agua.

NOTA: Ante la imposibilidad de hacerlo personalmente, quiero agradecerle a quienes nos han acompañado con sus mensajes y pensamientos en estos días mensajes por la partida de Lilly Bleier de Ungar. Como tuve la oportunidad de expresarlo en el homenaje que le hicimos en su segundo hogar, la Librería Central, sé que todos estamos muy tristes, pero quisiera que hoy y siempre celebremos su vida y su legado con alegría y sobre todo con inmensa gratitud. Gracias Lilly por tu amor incondicional, por tu ejemplo de vida, por tu generosidad, por habernos dejado tantos amigos que hoy nos acompañan desde varios lugares del mundo. Y por tantos recuerdos que alimentarán nuestras vidas y nuestros corazones para siempre.

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