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Más candidatos no significan una mejor democracia

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Elisabeth Ungar Bleier
16 de julio de 2021 - 05:30 a. m.
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En las últimas semanas han proliferado precandidatos y precandidatas —cerca de 60— que aspiran a participar en la contienda electoral por la Presidencia de la República, que tendrá lugar en mayo de 2022, y seguramente otros tantos aparecerán en el futuro cercano. Estos provienen de las más variadas tendencias políticas. Algunos, de los partidos tradicionales; otros se proclaman independientes; otros pertenecen a coaliciones o movimientos políticos, y otros aspiran a inscribirse por firmas con el apoyo de un movimiento significativo de ciudadanos. Hasta ahora no son claros los mecanismos para su escogencia. Las posibilidades son consultas internas de los partidos o movimientos, encuestas, el que diga algún expresidente o recolección de firmas.

Esta última opción se creó para que “quienes no cuentan o no desean el aval de un movimiento o partido político o prefieren crear su propio grupo político puedan hacerlo y aspirar a una curul cumpliendo con los requisitos que estipula la ley para garantizar a los colombianos diversidad de candidatos y programas políticos”. Si bien la intención original era darles la posibilidad a candidatos independientes de ocupar cargos de elección popular, se ha abusado de esta figura, a tal punto que la utilizaron 11 candidatos a la Presidencia y cerca de 3.000 personas para presentarse al Congreso en las elecciones de 2018.

Además de generar confusión en los electores, crea desigualdades entre quienes son avalados por una organización política y quienes se apoyan en un movimiento significativo de ciudadanos. A estos últimos no los cobijan las mismas normas sobre la duración de las campañas, las cuales comienzan cuando inician el proceso de recoger las firmas, ni sobre la financiación y la rendición de cuentas de las mismas, incrementando el riesgo de opacidad. Además, muchos de los aspirantes que se autoproclaman candidatos seguramente saben que no tienen ninguna posibilidad de ser elegidos, pero lo hacen con la intención de que su nombre comience a estar en el sonajero de la opinión pública y de esta manera posicionarse para entrar a disputar puestos de relevancia en las listas para el Congreso o incluso para ocupar algún cargo en el Gobierno.

A primera vista se podría pensar que cuantos más candidatos hay, más fuerte es la democracia e incluso que habrá más renovación en la política. Sin embargo, los hechos han demostrado que no es así. Más bien puede ser un síntoma de la crisis por la que atraviesan los partidos políticos y en particular la democracia representativa.

Aunque siempre se dice lo mismo, por las situaciones políticas, sociales y económicas particularmente complejas que enfrenta el país, las elecciones de 2022 revisten una especial relevancia. No es exagerado afirmar que la democracia y el Estado social de derecho están en riesgo. Por eso es importante buscar una real renovación de la política y apoyar a jóvenes y nuevos líderes que quieran hacer política de una manera diferente. No es con más sino con mejores candidatos como se fortalece la democracia.

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Claudia(33549)16 de julio de 2021 - 08:24 p. m.
Tres Uniandinos en el partidor: María Fernanda Cabal - Politologa Juan Carlos Echeverry - Economista (exDNP, exMinhacienda, exEcopetrol) Jorge Enrique Robledo - Arquitecto Valdria la pena preguntarle al segundo desde su posición de figura pública que ha propuesto para romper la fractura de la inequidad en Colombia que dice hoy identificar? Los otros 2 son políticos de carrera.
Sinivaldo(bxbn8)16 de julio de 2021 - 05:37 p. m.
Las elecciones Legislativas que debemos estar concentrados es cambiar nuestro congreso y senado luego veremos cual candidato se ajusta a nuestro nueva forma de pensar como País; primero cambiar ese Senado y Congreso de lo contrario nada sirve elegir otro presidente si no se cambia la Política.
Felipe(94028)16 de julio de 2021 - 03:13 p. m.
Son más importantes las elecciones legislativas que las presidenciales, debería hacerse pedagogía sobre ello. En 2018, sólo votó el 48,8% del censo y le regaló el 74% de curules a la godarria de siempre. A la otra mitad de colombianos como que no le importa quien legisla o ejerce control al gobierno. Hace mucho más un voto al Congreso que mil gritos en la calle.
  • ERWIN(18151)16 de julio de 2021 - 05:08 p. m.
    to9dos los senadores y parlamentarios,compran votos ..exepcion los de izquierda ..las presidenciales no compraban ..la ultima donde gano el inepto ,rompieron esa "regla"porque si no lo hacen les gana Petro ..ahi salio el ñeñe ..asesinado en Brasil ..los votos de la izquierda ,son votos de opinion
Hernando(84817)16 de julio de 2021 - 01:56 p. m.
1. En un país en el cual la gran mayoría de las personas no posee ninguna cultura política, cualquiera puede aspirar a ocupar un cargo público, comenzando por la presidencia. Solo es ver el nivel exponencial de mediocridad en la mayoría de funcionarios que llegan a ”dirigir” el destino de Colombia, cuando en lo único que están pensando es en su propio bienestar y en el de sus compinches mediante
  • Hernando(84817)16 de julio de 2021 - 01:56 p. m.
    2. el saqueo de las arcas del estado y de los impuestos de la sociedad, mientras que todo se derrumba sin que les importe en lo más mínimo el futuro y el destino de las grandes mayoría que padecen sus abusos y desaciertos..
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